La Junta de Personal constata el descenso de la presión asistencial del Hospital: «Ahora respiramos más»

Isabel Zafra, presidenta de la Junta de Personal, cree que hay que hacer pruebas a todos los profesionales y test rápidos a la población en general

Isabel Zafra, presidenta de la Junta de Personal de Cuenca, constata que ha disminuido notablemente la presión asistencial del Hospital Virgen de la Luz, ahora que ya ha pasado más de mes y medio desde que se hizo público el primer caso de coronavirus de la provincia. También han mejorado notablemente la cantidad de equipos de protección a disposición de los profesionales sanitarios, gracias en parte a las múltiples donaciones recibidas. Sin embargo, este órgano de representación cree que es necesario hacer cuanto antes pruebas a todos los profesionales sanitarios y test rápidos a la población en general.

Zafra precisa que la presión de urgencias, entendida esta como la proporción entre los ingresos realizados a través de este servicio y los totales del hospital, llegó a ser hace un mes del 300%, llegando a poner al límite la capacidad asistencial. Aunque todavía varía de unos días a otros, este mismo martes se situaba en el 30%, diez veces menos que en los peores momentos del mes de marzo. Hay también camas disponibles, tanto en planta como en la UCI, por lo que no existe el riesgo de desbordamiento que se temió en las primeras semanas de pandemia.

Ha contribuido también a relajar la situación que últimamente a Urgencias “van los pacientes que no tenían más remedio que ir, ahora en determinadas patologías la gente si puede se espera”. Quizás tras esta situación la población se aprenda a hacer un mejor uso de esta prestación sanitaria.

La presidenta de la Junta de Personal destaca que en todo este tiempo los profesionales sanitarios han ganado experiencia en la lucha contra el SARS-CoV-2, “A medida que se ve la afectación del virus en el paciente podemos utilizar otro tipo de fármacos; en los primeros días  todo se centraba en la temperatura y lo pulmonar, ahora se están viendo otros síntomas, como dermatitis o diarrea”. La pérdida del gusto y del olfato se ha consolidado también como una prueba de contagio. En función de los efectos que el virus tiene sobre cada paciente, se pueden personalizar más los cuidados.

Respecto a las necesidades de equipos de protección, “entre las donaciones y que han disminuido los casos de COVID ahora vamos bien; si tienes menos pacientes con coronavirus necesitas menos material y no tienes que entrar una y otra vez a las habitaciones; en función de cómo se va desarrollando la pandemia, veremos”, señala Zafra, que recuerda las carencias que hubo al principio: “no teníamos suficiente material, usábamos protección que no era de protocolo como las bolsas de basura y teníamos que reutilizar material desechable. Si no trabajas en las condiciones idóneas lo normal es que haya contagios”. “Teme Zafra que durante mucho tiempo ha habido personal asintomático al que no se le ha hecho la prueba y que, como ha seguido, ha podido transmitir el virus”. En torno al 51% de los contagios son de profesionales asintomáticos.

Ahora se están realizando algunas pruebas y están saliendo algunos casos positivos. La principal preocupación ahora es que haya un repunte de contagios entre los profesionales por el uso de las mascarillas defectuosas que fueron retiradas el viernes. ¿Eso va a provocar que se hagan test a todos los efectivos del Virgen de la Luz pudieron usar una de esas mascarillas? “No nos han dicho, el Ministerio de Sanidad deja que cada comunidad autónoma haga lo pertinente respecto a las pruebas”.

Zafra agradece que Cuenca es de las provincias donde la Gerencia está facilitando datos referentes al personal sanitario afectado. Concretamente, cada día les informan del número de trabajadores que están aislados por sospecha de COVID-19. Este martes había 179, entre ellos 60 enfermeras, 32 técnicos de cuidados, 37 médicos y 15 celadores.

El protocolo establece que los profesionales sobre los que exista sospecha de infección tienen que contactar con el departamento de prevención de riesgos. A partir de ahí se decide si se le hace prueba y si se debe retirar o no. “Hay signos, como la falta de olfato o de sabor, que son determinantes de que es positivo”, señala Zafra.

Según la presidenta de la Junta de Personal, “el sentir general es que se necesitan más profesionales, pero es verdad que se hicieron 700 contratos en Cuenca en todas las categorías y ahora que el hospital vuelve a funcionar como antes, ya respiramos más”.

Por último, Zafra insiste en que “ahora que ya se ha mejorado el tema de las EPIs hay que mejorar del tema de las pruebas, que se puedan hacer a toda la población” y considera útiles los test rápidos para hacer un cribado de la gente portadora del virus. “La PCR es más fiable, pero los test rápidos de anticuerpos, aunque puedan dar falsos negativos, si dan positivo te confirman que a esa persona la tienes que aislar”.