Estas son las especies de árboles con las que se repondrán marras en calles y parques de Cuenca

La especie con más ejemplares será la Celtis australis, un árbol de hoja caduca que se conoce también como almez, aligonero, ledonero, lodoño, quicavero, latonero y lodón.

La ciudad de Cuenca y sus pedanías cuentan con 577.676 metros cuadrados de parques y jardines, de los que 276.056 (un 47,8%) tienen césped. Además cuenta con más de 4.000 alcorques en viales, lo que representa un total de unos 10.000 árboles.

Ahora el Ayuntamiento ha aprobado la orden de inicio y el expediente de contratación del suministro de plantas para reposición de marras de arbolado en viales, parques y jardines. Serán un total de 489 unidades las que se repongan, concretamente 249 en calles y 240 en jardines. Corresponden a los ejercicios 2017 y 2018. Una licitación para el mismo fin ya quedó desierta (según la versión municipal por cuestiones técnicas y no económicas) y en este nuevo intento se contempla un presupuesto base de 34.343,10 euros con IVA incluido. El importe estimado del contrato es de 28.382,72 euros sin IVA.

En la memoria valorada del expediente, consultado por Voces de Cuenca, se detallan cuáles son las especies con las que se pretenden reponer este casi medio millar de árboles:

La especie con más ejemplares será la Celtis australis, un árbol de hoja caduca que se conoce también como almez, aligonero, ledonero, lodoño, quicavero, latonero y lodón. Según explica el portal especializado TodoÁrboles, es de rápido crecimiento, genera sombras gracias a su densa copa y resiste bien las oscilaciones de temperatura, desde los 18 grados bajo cero a los 38-40 positivos, siempre que tenga agua a su disposición. Tolera más las podas (cicatriza mal y lento y no siempre lo supera) y puede llegar a alcanzar alturas de 20 a 25 metros.

El segundo tipo con más ejemplares será Aesculus hippocastanum, es decir, el castaño de Indias. Ya habitual en la ornamentación vegetal de la ciudad y el referido portal temático recomienda «plantarlo a una distancia de unos cinco metros de muros y paredes, y de unos diez metros de las tuberías». También será relevante la presencia de moreras blancas y árboles de la seda.

En la memoria, también se desglosa el coste de cada ejemplar y los tamaños pedidos a las empresas aspirantes a convertirse en proveedores: