La plataforma ‘Más Plurales, Más Libres, Más Iguales’ volverá a manifestarse este domingo, 20 de diciembre, en Cuenca para pedir el freno de la Ley Orgánica para la reforma de la Ley Orgánica de Educación (LOMLOE), más conocida como la Ley Celaá en referencia al apellido de la ministra de Educación. Lo hará con el mismo sistema que ya usó en la otra marcha por esta causa del 22 de noviembre: una caravana de coches. El itinerario será el mismo que ya se recorriera entonces: desde la estación de tren convencional hasta el Paseo del Pinar, en la Fuente del Oro. La hora de comienzo es las once de la mañana y se espera que dos horas después finalice la caravana.
‘Más Plurales, Más Libres, Más Iguales’ agrupa en su seno a organizaciones de familias como la Confederación Católica Nacional de Padres de Familia y padres de Alumnos (CONCAPA), la Confederación de Padres de Alumnos (COFAPA) y Libres para Educar a Nuestros Hijos; patronales de la educación concertada como Escuelas Católicas, CECE y Concee; los sindicatos docentes FISIE y F-USO; el movimiento #ReliEsMás en defensa de la asignatura de religión; y la Asociación Nacional de Centros de Educación Especial, entre otras.
En su primera manifestación sobre ruedas congregó en la capital conquense a unos 275 vehículos, con una media de alrededor de tres o ocupantes cada uno. Una demostración de fuerza de los opositores a una norma que entienden que esta reforma del sistema educativa impulsada por el Gobierno de PSOE y Unidas Podemos «es fuertemente intervencionista, promueve la restricción de derechos y libertades ciudadanas y atenta contra la pluralidad de nuestro sistema educativo que es clave en una sociedad democrática».
A su juicio «conduce hacia el dominio sistémico del Estado, dotando a las Administraciones con facultades cada vez más amplias en detrimento de las familias como primeras educadoras de sus hijos».
DE la LOMLOE no les gusta que permita distribuir a los alumnos por centros reduciendo significativamente la elección educativa de sus padres, un derecho avalado por la Declaración Universal de los Derechos Humanos. «Se inventa un derecho a la educación pública -cuando el derecho reconocido en la Constitución es el derecho a la educación-; la enfrenta al modelo de educación concertada, ampliamente implantado en Europa, rompiendo la complementariedad de redes recogida en la Constitución; devalúa la enseñanza de la asignatura de Religión en la escuela aplicando un laicismo impropio y pone en duda la supervivencia de los centros de educación especial, entre otros aspectos», apuntan.
