Comercios de la zona de la Hermanos Becerril cifran en un 50% las pérdidas por las obras

Denuncian caos, ruido, maquinaria en sus puertas y falta de apoyo por parte del consistorio.

Con las obras que se están acometiendo en el entorno del barrio de San Fernando, en la calle Hermanos Becerril, los vecinos y comerciantes manifiestan su descontento ante cortes de agua sin previo aviso, cambios en el sentido de la circulación y cortes de calle sin notificación previa, entre otros puntos. Con una relación que señalan como «tensa» con los trabajadores y una sensación de abandono por parte del ayuntamiento que, apuntan «solo tiene palabras bonitas, pero faltan acciones».

Desde un 30% hasta un 50% cifran los comerciantes de la zona las pérdidas que han venido sufriendo desde que dieran comienzo estos trabajos, días antes de Semana Santa. Desde ese momento los altercados, dicen, han sido «constantes», con diferentes situaciones que iban afrontando día a día y que, aseguran que han alterado sus ventas y la vida de la zona. Uno de estos negocios cifra sus pérdidas cercanas a los 10.000 euros desde la Semana Santa, lo que dice, le tiene en «serias dificultades».

Entre sus principales preocupaciones, los negocios han destacado la eliminación casi completa de la zona de aparcamiento, los cortes de calles en los que «nadie sabe cómo va a amanecer la zona al día siguiente o por qué calles se podrá circular», la presencia de vallado por multitud de puntos de la zona y chapas que «hacen que la gente no sepa ni por dónde cruzar» o los cortes de agua «que se realizan sin previo aviso y de los que nadie se responsabiliza».

Del mismo modo la presencia de maquinaria pesada en la misma puerta de sus negocios, la falta de accesibilidad a la calle, especialmente para el elevado número de vecinos mayores que allí residen y los ruidos constantes son otros de los conflictos asociados a los trabajos que se vienen realizando desde hace dos meses en Hermanos Becerril. Los propietarios de los negocios critican que «no es que se acabe una zanja, se tape y se abra otra», si no que son muchas las zonas sobre las que se está actuando de manera simultánea, dificultando el tránsito de personas y vehículos.

Ante esta situación los vecinos aseguran haber agotado todas las vías de negociación. Uno de los comerciantes señala que «hemos llamado a la empresa que está realizando las obras y nos han dicho que estaban tratando de generar el menor perjuicio posible», también apunta que, al ir a reclamar a los trabajadores cuando colocaban la maquinaria en la misma puerta de sus negocios «se han encarado con nosotros y han tenido una actitud de chulería».

Este mismo comerciante señala que se puso en contacto con dos ediles del ayuntamiento, «el concejal de Barrios me dijo que no correspondía a su competencia y el de Movilidad me aseguró que iban a quedar las zanjas cerradas el viernes pasado, y no solo no se han cerrado, si no que hay más abiertas». Ante una situación en la que dicen sentirse «abandonados», han efectuado también sus reclamaciones a la Policía Local, quien, aseguran, «nos dieron la razón y nos dijeron que en el caso de que hubiera nuevos cortes de agua sin aviso u otros problemas, que les llamáramos para que dejaran constancia del atestado».

Con la premisa de adaptarse a las circunstancias sin dejar de lado sus reclamaciones, los vecinos y comerciantes han optado por utilizar las redes sociales como altavoz para trasladar sus quejas, así como ofrecer servicios alternativos en el caso de los comercios, para tratar de paliar sus pérdidas. En una situación que califican como «insostenible» refieren que su «única opción» es esperar a que llegue el fin de las obras, una fecha que dicen desconocer, y adaptarse en la medida de lo posible a las circunstancias.