Cáritas cifra en 22 las personas que viven en las calles de Cuenca

El perfil mayoritario es un hombre español entre 49 y 65 años, desempleado de larga duración, a los que la organización católica atiende con el proyecto 'Calle con Corazón'.

Cáritas Diocesana de Cuenca inició en noviembre de 2020 un proyecto bajo el nombre ‘Calle con Corazón’, con cargo a fondos propios, dirigido al acompañamiento de las personas en situación de calle de la capital conquense.

Los datos tan escalofriantes que refleja la primera evaluación de este proyecto muestran que actualmente hay 22 personas que se encuentran viviendo entre las calles de la capital conquense, que se alternan entre infravivienda y calle, con un perfil mayoritario de hombre español entre 49 y 65 años y desempleados de larga duración. Según han confirmado los propios participantes del proyecto, en su mayoría, solo están recibiendo el apoyo y la ayuda de la entidad católica en Cuenca.

Las circunstancias sobrevenidas, como consecuencia de la pandemia mundial provocada por la COVID 19, ha resituado a la sociedad en un nuevo panorama social, donde los grupos más empobrecidos son más frágiles que antes y su futuro se marca demasiado incierto, como es el caso de las personas en situación de sin hogar, aseguran desde Cáritas Diocesana de Cuenca.

Por ello, conociendo la realidad social que late día a día en los proyectos que lleva a cabo la Entidad Diocesana, desde Cáritas, como expertos en ‘sinhogarismo’ en la capital y provincia, han querido iniciar nuevamente el Proyecto de acompañamiento, escucha y apoyo a personas en situación de calle, ‘Calle con Corazón’, a través del cuál están acercándose a las personas que no tienen un techo donde vivir y que las noches las pasan a la intemperie o en infraviviendas. Situación muy grave dadas las bajas temperaturas en las que nos encontramos en estos meses de frío y en un momento de confinamiento nocturno.

Con acompañamiento, asesoramiento, cobertura de las necesidades básicas, pago de tasas, etc. desde Cáritas Cuenca se trabaja para que este colectivo tan visible en nuestras calles pueda integrarse, progresivamente, en la sociedad.