Un proyecto piloto detecta 800 alumnos con altas capacidades en la región en los últimos tres años

Castilla-La Mancha utiliza el modelo de identificación Talent Search para "intervenir y actuar con educación inclusiva" en alumnos con necesidades intelectuales especiales.

Los niños y niñas con altas capacidades sufren en el día a día los falsos mitos y, también, la incertidumbre de qué les ocurre en clase y cómo pueden identificar su talento para tener una respuesta personalizada. En Castilla-La Mancha, la Consejería de Educación comenzó en el curso 2022-2023 un proyecto piloto con el modelo de identificación Talent Search, en el que se acoge a todo alumno sospechoso de Altas Capacidades para conseguir una detección temprana y su posterior evaluación.

La directora general de Inclusión Educativa y Programas de la Consejería de Educación, Mariam Marchante, señala a Voces de Cuenca que los estudiantes con Altas Capacidades tienen unas necesidades intelectuales, emocionales y personales que reciben una atención familiar y especial «para que los apoye y los desafíe para que el talento no se pierda».

A nivel nacional, entre las comunidades autónomas no había un acuerdo para un tratamiento común para este tipo de estudiantes, según Marchante. Por ello, en Castilla-La Mancha pusieron en marcha un modelo basado en la evidencia científica, el Talent Search de Stanley, para que «no se nos escape ningún alumno o alumna con altas capacidades». Antes de la aplicación de este protocolo, la Junta creó el plan regional de Orientación, que tiene como objetivo prioritario la «detección temprana para dar respuesta educativa inclusiva a estos alumnos».

Proyecto piloto en la región

Castilla-La Mancha comenzó hace tres cursos con un pilotaje con 3.814 alumnos de 17 centros educativos en cada una de las cinco provincias (82 en total) para mejorar la respuesta educativa del alumnado con altas capacidades. En este periodo se han detectado 800 estudiantes con diferentes talentos, casi un 20% de los estudiantes analizados, todos de segundo curso de Educación Primaria, según ha informado la directora general.

«Hay que seguir trabajando», ha destacado Mariam Marchante, que ha señalado que antes de los resultados de este proyecto piloto había detectados en la región casi 3.000 alumnos con altas capacidades. En 2016, los estudiantes con diversos talentos eran 245, por lo que se han detectado un 1.410% más en nueve años.

Mariam Marchante resalta que en el pilotaje también se ha hecho un «gran inversión» en la formación al profesorado, orientadores y familias en este modelo de identificación, que «habla de potencial del talento, no solo de etiqueta», para una «intervención y un ajuste» en el alumno. «Un niño con muy buenos genes no llega a tener altas capacidades si no lo trabajas», ha subrayado la directora general. Asimismo, ha apuntado que el modelo tiene el objetivo de «identificar para dar una respuesta personalizada, ya que cada niño con altas capacidades es diferente».

Desde la Consejería además han establecido unos itinerarios formativos para especializar a los profesionales en Altas Capacidades con expertos a nivel nacional e internacional, así como una guía a disposición de todos los centros educativos de la región.

La directora general resalta que en el pilotaje han encontrado «de todo»: alumnos que se les han pasado las pruebas porque el profesorado y familias no detectaron nada diferente que hiciese sospechar y estaban «escondidos»; chavales que tenían un alto potencial y se les daba una respuesta corta… «Nos ha hecho aprender y a asesorar muchísimo a los profesores y los orientadores de los centros», ha manifestado.

Unidad de Altas Capacidades/talento

Este lunes, el Diario Oficial de Castilla-La Mancha publicó la resolución para la creación de una nueva Unidad para la atención al alumnado con altas capacidades/talento, que se une a la red de equipos que tiene Educación. Esta unidad tiene unas funciones específicas que están orientadas al desarrollo del potencial y a responder todas las necesidades de estos estudiantes, ha recalcado Mariam Marchante.

En este sentido, la unidad está compuesta por cinco profesionales del ámbito de la labor orientadora (una por provincia), que son «los mismos que se han estado formando y haciendo el pilotaje en la región». Estos, apunta la directora general, se unen a la labores de inclusión y orientación provinciales, además de coordinarse con el equipo de la Consejería.

Marchante explica que se ha creado esta unidad porque «es necesario impulsar la formación, la coordinación y el asesoramiento para identificar a estos niños y darles respuesta». El objetivo es «unificar criterios entorno a ese modelo de identificación y dar respuesta para asesorarlos, también a los padres».

Esta unidad, que empezará a los 20 días de su publicación, está creada para todos los profesionales de los centros educativos, para las familias «que van a poder recibir asesoramiento siempre a través del colegio o instituto», así como para el alumnado y su desarrollo óptimo, explica Marchante. Su función, dice la directora general, es que sirva como recurso complementario a los centros educativos. «Qué metodologías utilizar, cómo organizar la clase, cómo tienen que ser los procesos de detección, la formación que tienen que hacer…».

Mariam Marchante apunta que la unidad se pondrá en mancha en dos direcciones: a propuesta de la Consejería para intervenir y a demanda de los propios centros educativos.

La acogida de esta unidad, en opinión de la directora general, «puede ser satisfactoria, porque es trabajar por nuestros chicos y chicas de altas capacidades que tienen sus necesidades y atención especial, y desgraciadamente en otras épocas han sido los gran olvidados».