El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha respondido este lunes a preguntas de los medios de comunicación sobre las conversaciones por Whatsapp filtrados este domingo, publicado por el diario El Mundo, entre Pedro Sánchez y José Luis Ábalos. Entre esos mensajes, algunos están relacionados con los barones del PSOE, entre ellos el líder de esta región.
Según publica El Mundo, las conversaciones trataban sobre el encargo del líder del PSOE a su mano derecha de acabar con las críticas internas dentro del partido, entre las que se encontraban las de García-Page y el expresidente de Aragón Javier Lambán, en contra de las políticas de Sánchez. Entre ellas, declaraba «que Page deje de tocar los cojones», a raíz de una entrevista que el presidente de Castilla-La Mancha hizo en La Razón, según apunta el diario.
Es por ello que este lunes, García-Page ha sido preguntado sobre esta cuestión. El presidente regional ha dejado a un lado «las descalificaciones personales» que uno pueda hacer hacia su persona. De hecho, dice, lo aceptaría «si a cambio se dejara de pactar con independentistas o con quienes desnaturalizan al PSOE», ha destacado.
«Hay una tensión que no se puede obviar desde 2015, que es cuando el partido socialista saca su peor resultado electoral histórico en un panorama político que había en España, y se abre una brecha absoluta sobre los límites políticos», ha resaltado García-Page. Recuerda que en ese año se firmó un acuerdo en el PSOE para no pactar con independentistas ni la derecha. Sostiene que las discusiones que pueda tener él con otros barones, y menciona a Lambán por su «cercanía personal», son «sobre política y no sobre políticos».
El presidente de Castilla-La Mancha insiste en que con Ábalos ha mantenido «poco contacto», «no sé si porque a mi me daban por perdido», incide García-Page. Resalta que el problema «no es personal» y asegura que es capaz de «aguantar» cualquier tipo de consideración «si a cambio hay una política en la que creo».
Asimismo, el líder regional afirma «no sorprenderle» el tono de estos mensajes y manifiesta que esta situación le parece «desagradable, el tener discrepancias se lleva mal». Recuerda que la política «es conflicto» y lo realmente importante, dice, «lo que cada uno representa, los límites morales que tiene que tener». Asimismo, admite que «sigue habiendo tensiones como consecuencias de las compañías que tiene el PSOE».