El Gobierno regional calcula que el Ingreso Mínimo Vital llegará a 40.000 familias de C-LM

Fernández ha añadido que el IMV permitirá una redistribución de la riqueza y contribuirá a la erradicación de la pobreza extrema

Europa Press

El Gobierno de Castilla-La Mancha ha hecho una valoración muy positiva del ingreso mínimo vital (IMV) aprobado este viernes el Consejo de Ministros, una medida que beneficiará, según sus estimaciones, a unas 40.000 familias que suman 120.000 personas.

Se trata no sólo de una inyección de renta, sino que estará acompañada de toda una estrategia de inclusión que contempla incentivos para la contratación, apoyo social y laboral por parte de comunidades autónomas y ayuntamientos, y la creación de un sello social para las empresas que den formación y empleo a las personas beneficiarias del IMV, a las que se exigirá que estén inscritas como demandantes de empleo.

Por todo ello, el Gobierno de Castilla-La Mancha considera que el ingreso mínimo vital es una medida para miles de personas en España «que no son responsables de lo que ha pasado y que sin embargo son víctimas de la crisis provocada por el coronavirus», ha informado la Junta en nota de prensa.

«Se trata de justicia social de una sociedad del siglo XXI, de un país que es España que ha decidido hacer justicia. En ese sentido, desde el Gobierno de Castilla-La Mancha tenemos que hacer una valoración muy positiva de la medida porque toda la sociedad merece decisiones justas. Pero si hablamos de situaciones de vulnerabilidad, como la pobreza extrema o la pobreza infantil, la justicia social es imprescindible y, por ello, consideramos que la decisión del Gobierno de España ha sido justa y muy valiente», ha afirmado la consejera de Igualdad y Portavoz del Gobierno regional, Blanca Fernández, quien ha comparecido esta para dar cuenta de diferentes cuestiones.

Fernández ha añadido que el IMV permitirá una redistribución de la riqueza y contribuirá a la erradicación de la pobreza extrema. Además, «se ha diseñado quirúrgicamente para dirigirse a los colectivos más vulnerables y lógicamente conlleva una valoración de sus rentas y de su patrimonio, para ser justos también en la aplicación de la medida y no solamente en su filosofía».

Finalmente, sobre esta cuestión ha destacado que la medida esté acompañada de toda una estrategia de inclusión social y de participación en el mercado de trabajo, bajo un modelo de gobernanza compartida en el que colaborarán todas las instituciones ya que «no se trata de una prestación más, sino de un conjunto de políticas articuladas en torno a esta prestación para no dar la espalda a miles de familias que ya lo están pasando mal y que lo podrían pasar mucho peor sin este ingreso mínimo vital».