Jorge Mora, el seminarista conquense que cantó para Francisco: «Nos enseñó a vivir con esperanza»

El seminarista conquense rememora su experiencia en el Vaticano y el consejo del Papa sobre la vocación y la normalidad cristiana

La noticia sobre el fallecimiento del Papa Francisco ha conmocionado a muchos, especialmente a aquellos que tuvieron la oportunidad de conocerle en persona. El conquense Jorge Mora Huerta, seminarista de la diócesis de Cuenca, ha compartido con Voces de Cuenca sus recuerdos de un encuentro que marcó su vida y que tuvo lugar el pasado 7 de noviembre de 2024, cuando pudo viajar a Roma junto a un grupo de jóvenes seminaristas de diversas diócesis -Toledo, Cuenca, Guadalajara y Ciudad Real- para mantener un encuentro con el pontífice. El propósito del viaje no era otro que reunirse con él para recibir su orientación sobre cómo vivir la vocación en la actualidad. «El objetivo era conversar con él, recibir su consejo sobre la vocación y plantearle algunas preguntas para que nos guiara en nuestro camino», explicó Jorge.

Jorge recuerda su visita al Vaticano como una de las experiencias más significativas de su vida. «El Papa nos recibió con una energía y cercanía impresionantes, a pesar de su avanzada edad y de que estaba en silla de ruedas», cuenta. El encuentro tuvo como objetivo hablar sobre la vocación en la vida cristiana. «El Papa nos habló de la importancia de vivir nuestra vocación de forma sencilla, sin grandes alardes. Nos dijo que la virtud más importante era la normalidad», relata Jorge, destacando la cercanía y humildad del Papa Francisco.

Uno de los momentos más emotivos fue cuando Jorge y los demás seminaristas pudieron cantar una canción dedicada a la vocación. «Fue increíble. Cantarle al Papa, a quien tanto admiramos, fue una experiencia única. Él, al final, me dijo que tenía voz para ser cantante», recuerda entre sonrisas Jorge. Sin embargo, él dejó claro que su vocación no era ser cantante, sino «un cristiano que canta».

A pesar de que la noticia de la muerte del Papa Francisco ha dejado un profundo vacío, Jorge mantiene la esperanza y la energía que el Papa compartió con ellos. «Nos enseñó a vivir con esperanza, a mantener la alegría, incluso en los momentos más difíciles», concluye Jorge, quien sigue con la firme convicción de seguir su camino de fe con la misma cercanía y dedicación que el Papa mostró hasta el final de su vida.

Por el momento, Jorge y sus compañeros aún no han podido reunirse para compartir su tristeza, pero confían en que próximamente tendrán la oportunidad de hacerlo, tal vez en una vigilia de oración en su honor. «Probablemente mañana, en la oración de los jóvenes, tendremos un momento para rezar por él», agrega Jorge con esperanza.