Cuenca se encamina hacia una normativa propia y específica en materia de protección y bienestar animal. A pesar de contar con más de 11.000 perros censados y una presencia creciente de colonias felinas en distintos barrios, la ciudad carece aún de una ordenanza unificada que regule aspectos clave como la limpieza de excrementos en la vía pública, la gestión de animales callejeros o la convivencia en espacios comunes. Hasta ahora la normativa municipal en materia de bienestar animal se encontraba repartida en diferentes ordenanzas, sin estar especificada en un marco normativo claro para vecinos y entidades.
La nueva ordenanza que comenzará a trabajarse incluirá medidas de interés directo para la ciudadanía, como la regulación de zonas y horarios para pasear con perros, la obligación de limpieza de orines y heces, o la mejora en el control de las colonias felinas mediante métodos éticos como el CER (captura, esterilización y retorno). También abordará la necesidad de campañas de sensibilización sobre tenencia responsable y las sanciones aplicables por incumplimiento de las normas.
Cuenca también se pondrá al día en lo legal. La futura ordenanza permitirá cumplir con las exigencias marcadas por la Ley estatal 7/2023 y la Ley regional 7/2020 de protección animal, que obligan a los ayuntamientos a implicarse más activamente en la regulación del bienestar de los animales en el entorno urbano.
En el proceso de creación de esta nueva normativa, una de las claves del proceso será la participación. El el compromiso adquirido por el Consistorio tras haberse aprobado la moción en este sentido que presentó Cuenca en Marcha el pasado 28 de julio incluye contar con técnicos municipales, veterinarios, asociaciones protectoras y colectivos vecinales a la hora de definir el contenido de la norma. Se tratará de una ordenanza «abierta» a todos los conquenses que buscará el consenso y la utilidad práctica.
Aunque aún no hay plazos concretos, el respaldo mayoritario político a esta iniciativa supone un punto de partida que muchos colectivos llevaban años reclamando. Con esta ordenanza, Cuenca dejará atrás el desfase normativo y contará con herramientas actualizadas para afrontar los principales desafíos que plantea la convivencia entre personas y animales en la ciudad.