Luis «El Practicante» ya tiene calle en Tarancón, su ciudad natal

En acto tan emotivo como sencillo, el alcalde ha agradecido la labor realizada en Tarancón y la familia la aportación para la apertura de la misma como reconocimiento a popular taraconero admirado y querido en la comarca

Rodeado de toda la familia, esposa, hijos, nietos, hermana, sobrinas y demás, así como un grupo de amigos, empresarios, trabajadores, vecinos muy numeroso, junto al alcalde Jose M. López Carrizo y concejales y concejals en un sencillo acto, muy emotivo, Luis Fernández Rodríguez “Luisito El Practicante” junto a sus nietos ha descubierto la placa con el nombre dedicado a una figura popular en Tarancón y la comarca,  “Calle Luis Fernández. El Practicante” reza en la misma.

Situada en los terrenos que fueron de la familia, en la antigua ‘plaza de toros’ que durante décadas así se utilizó, adquiridos por el Ayuntamiento para la promoción de viviendas públicas. En la barriada de Santa Quiteria, junto a la del Niño de Riánsares, Avenida de los Toreros y el Embudo; está situada la misma. Es de nuevo trazado y fue solicitada al pleno de la Corporación por el Colectivo Ciudadano la Quinita, aprobada con los votos favorables de PSOE y PP y abstención de IU Ganemos Tarancón, la concesión el 28 de febrero de 2019

En el breve acto, el alcalde López Carrizo, también con la emoción a flor de piel ha recordado que la demora para asegurar que  pocas palabras se necesitan en este acto, su nombre lo dice todo, «es una calle merecida gracias por ser como eres, si Dios quiere estarás con nosotros muchos años más y como estábamos en familia con la cercania le espetó, tienes que estar aquí para volver a votarme en las próximas elecciones»

Y es que el protagonista, Luis Fernández Rodríguez, ha sido y es, un hombre cercano, sencillo, familiar muy popular, tanto en Tarancón como en la comarca.  Profesional sanitario ATS,  aficionado a los toros, ejerció de asesor taurino en los festejos de Tarancón muchos años. Colaboró con las comisiones de festejos en el tema taurino. Tal era su afición que durante décadas tenía el abono para la Feria de San Isidro de Madrid, donde hizo grandes amistades, incluso con toreros de la élite, como Curro Vázquez, entre otros.

Trayectoria

Trabajó en el Hospital de Santa Emilia, en el ambulatorio y en los domicilios de todos aquellos pacientes que requerían sus servicios. Por cierto, como anécdota, en este día que descubre la placa de su calle, se cumple, justamente 50 años, de que ayudara a nacer en el Hospital Santa Emilia, ya sin servicio, a un taranconero, posiblemente el último que nació en el mismo. A punto de cumplir los 92 años,  nació un 2 de Febrero de 1930 en Tarancón,  en la calle Pedro Ramírez número 5, el callejón que va desde la Calle Zapatería hasta Inés de la Carrera, donde ha tenido la clínica en la que ayudo y sucedió a su tío Saturnino Fernández.

Destaca la personalidad de este hombre,  muy querido y admirado en Tarancón por su forma de ser, siempre tan amable y dicharachero. Su infancia transcurrió en toda esa zona y en la calle que desde hoy lleva su nombre donde estaba situada la Plaza de Toros del «Tío Jabalera». En su carrera profesional,  más de 6.000 partos,  durante 21 años estuvo de comadrón en la localidad y también en la comarca, como ya hiciera Don Saturnino,  todos ellos se asistían en el Hospital de Tarancón e incluso en domicilio con anterioridad.  Pertenece a una de las familias de raigambre y tradiciones taranconeras. Vinculada a las carne y la medicina, algo que sigue en la familia, con su hijo, doctor en Medicina e hija Enfermeria

Emocionado, no podría enlazar palabra, por lo que ha sido ,su hijo, médico, en las urgencias del Hospital Virgen de la Luz ha sido el encargado de agradecer a las autoridades este gesto con su padre «y el apoyo de todos los taranconeros, este ha sido su barrio, es algo que no se podrá olvidar nunca» . Se ha unido su nieta, contenta con lo que estaba viviendo su abuelo, no dudado en  hacer público que “lo quiero más que a mis padres, no me importa decirlo”

Emocionado sin poder pronunciar palabra ha departido con todos los asistentes, ha posado en la calle, ubicada en el paraje donde tantos buenos recuerdos le traen, recibiendo el cariño y el aplauso de los asistentes.