Pepetto, el joven de Tarancón que protagonizó el testimonio sobre el ‘perdón’ en el jubileo de Roma

El taranconero contó que perdió su fe en Dios durante la etapa de la universidad y la ha vuelto a recuperar gracias al "rescate" de su primo.

La ciudad de Roma ha sido el epicentro durante la semana pasada de la fe entre los jóvenes cristianos que han peregrinado hasta la capital italiana para ganar el Jubileo de la Esperanza, el primero de esta magnitud celebrado bajo el nuevo pontífice, León XIV. El pasado viernes se celebró el encuentro de españoles, donde se reunieron unos 26.000 jóvenes en la plaza de San Pedro al ser el país más multitudinario en representación.

Entre la multitud, un joven conquense tomó el micrófono para compartir su testimonio. Una historia sobre el perdón y el volver a tener fe en Dios tras un tiempo alejado. José Tomás, de 26 años y natural de Tarancón, más conocido entre los amigos como Pepetto, tenía su testimonio ya escrito después de haber participado en el retiro espiritual de Effetá.

Pepetto cuenta que proviene de una familia católica donde es el mayor de cinco hermanos. Desde pequeño le han educado en la fe «y creer en Dios siempre ha sido algo natural para mi». Sin embargo, reconoce que no siempre lo ha vivido con la misma intensidad. Esa etapa fue durante la universidad, donde ser católico «no solo no era bien visto, sino que te hacía parecer menos», dice José Tomás. Destaca que él creía en Dios «porque así me lo habían enseñado, no porque lo hubiera descubierto yo».

Cuando el joven taranconero se marchó de Erasmus en cuarto de carrera, su cambio fue «más profundo» ya que «me desconecté por completo de Dios». Pepetto cuenta que se enamoró de una chica que no era creyente, y no la culpa de su alejamiento de la fe, aunque admite que «rodearte de personas que viven su fe, te acerca a Dios, y juntarte con quien no tiene fe, te aleja también de él».

Al regresar a España seguía con su pareja y se sentía el más feliz del mundo, «pero Dios ya no estaba en mi, y uno descubre que sin Dios no hay verdadera felicidad». Cuando su novia le dejó, «no sabía dónde sostenerme y parecía que el mundo se me caía encima». Hasta que su primo Luis le propuso volver al grupo de jóvenes de la Iglesia. «Qué paz, que sensación tan real de volver a casa», destaca Pepetto.

José Tomás cuenta a Voces de Cuenca que en ese momento se sentía «avergonzado» después de estar más de dos años sin participar en el grupo de jóvenes. «Mi primo, al ver cómo estoy, me rescata y me dice que aquí siempre voy a tener hueco», señala el taranconero, que admite que volvió a tener «un impulso y un poco de aire, que es lo que necesitaba en ese momento».

Pepetto con su prometida. Foto cedida

Sin embargo, no fue hasta que participó en Effetá «cuando realmente conocí a Dios», dice José Tomás durante el relato de su testimonio. En el retiro, dice, encontró «perdón, un corazón roto que Dios quiso sanar solo con pedírselo». «Cuando conoces a Dios, no quieres otra cosa en la vida», resalta.

Dice que sus nervios, antes del testimonio, no venían por contarlo ante miles de españoles, sino porque justo hace dos semanas le pidió matrimonio a su actual pareja. «Alguien me dijo que cuando sabes que es la persona y eres capaz de independizarte, para qué esperar», destaca Pepetto.

José Tomás señala además que tras haber contado su testimonio ha recibido muchos comentarios positivos y «alguien de la diócesis de Cuenca, tras ver el vídeo, ha decidido apuntarse al quinto retiro de Efettá en Cuenca». «Ya con eso ha valido la pena», concluye el joven taranconero.