Minitrenes eléctricos para zonas rurales: el proyecto que puede reinventar la línea convencional

Rurail es un proyecto de la empresa Mufmi cuyo objetivo es transformar las operaciones ferroviarias inutilizadas con soluciones innovadoras y técnicas operativas intermodales.

El 19 de julio de 2022 circuló el último de los trenes convencionales entre Aranjuez y Cuenca. Era el punto y final a una infraestructura entre Aranjuez-Cuenca-Utiel que fue inaugurada 139 años antes, el 12 de julio de 1883. Desde enero de 2021, el tramo entre la capital conquense y Utiel se cubría en autobús por los daños causados por la borrasca Filomena en la infraestructura ferroviaria, y el trayecto finalmente se mantuvo ya por carretera.

El Ministerio de Transportes argumentó la «poca utilización por parte de los viajeros» para el cierre de la línea. Además, los representantes institucionales también indicaron que por las características de la línea era imposible adaptarla para que pudieran circular trenes mercancías de gran longitud, que a su vez son los más rentables para el transporte.

Tres años después, la provincia de Cuenca tiene 200 kilómetros de vía con los que ya están empezando a pensar diferentes usos para volver a utilizarla. En concreto, la Diputación mantendrá próximamente una reunión con la Fundación del Ferrocarril y con ADIF para empezar a diseñar la transformación de las vías del tren en la capital conquense y en Tarancón. Entre las propuestas que han planteado son la creación de zonas verdes u otras alternativas «como el ciclorail o un tren turístico», según dijo el presidente provincial, Álvaro Martínez Chana.

Otra de las propuestas es reutilizar las vías del antiguo trazado del tren convencional para, de nuevo, el transporte de viajeros, pero reinventado el trayecto con nuevas tecnologías. Rurail es un proyecto de la empresa Mufmi que colabora con la Universidad de Granada y empresas, asociaciones y administraciones públicas de España, Alemania y otros países cuyo objetivo es transformar las operaciones ferroviarias inutilizadas mediante la introducción de soluciones innovadoras y técnicas operativas intermodales.

Están llevando a cabo proyectos de investigación, creación de prototipos y pruebas de concepto con un punto de partida en Alemania para trasladarlo a España, concretamente a las zonas rurales. «Tenemos una vía en desuso entre Antequera y Granada, parecido a lo que ha pasado con la convencional de Cuenca, donde el primer paso sería obtener la posibilidad de utilizar esa infraestructura como un laboratorio vivo para diseñar prototipos de este tipo de vehículos para que en el futuro pudieran tener un amplio uso por los pasajeros», señala el impulsor del proyecto, Rainer Uphoff, a Voces de Cuenca.

Pequeños trenes para dar servicio a las zonas rurales

Los vehículos a los que se refiere serían minitrenes autónomos y eléctricos que utilice energías renovables. De momento, el proyecto está en fase de investigación y la empresa está en coordinación con ADIF para saber si existe «voluntad política» de «convertir España en un centro de tecnologías ferroviarias, también para otros tipos de trenes que no sean solo de alta velocidad», afirma Uphoff.

La idea es que estos pequeños trenes sean para viajeros y que de servicio a las zonas rurales, cuenta el impulsor, «donde el tren es un medio muy potente para conectar a los pueblos», pero siempre en un contexto intermodal, donde existan alternativas de transporte a demanda por carretera o líneas de autobús coordinadas «que permitan llegar desde la estación a los pueblos, que es una de las razones por las que muchas de estas líneas de media distancia se han quedado sin pasajeros, porque no existía una buena conectividad con el transporte público en carretera».

Uphoff destaca que lo que piden es «no desmontar esa infraestructura» que han decidido que no sirve para transportar viajeros y mercancía y con el paso del tiempo está en desuso. «Las nuevas tecnologías y nuevos modelos operativos pueden volver a ponerla en valor, ahora con un coste económico diferente, donde lo principal no es la gran demanda, sino el bajo coste de la operación», resalta el impulsor.

Primer modelo en Alemania

Rainer Uphoff sostiene que las vías del tren convencional «puede aportar valor a una región». En Alemania «casi se prohibió» desmontar este tipo de infraestructuras, dice el impulsor de Rurail, «porque se sabe que en próximas décadas puede dar un valor tremendo a las zonas rurales como pasa en la provincia de Cuenca».

En el país germano se está realizando ya un proyecto universitario de investigación y desarrollo en una vía de 17 kilómetros de los sistemas que hacen falta. Uphoff resalta que están probando vehículos experimentales para «mapear la vía y hacer experimentos con los diferentes tipos de sensores que se van a utilizar en ese sistema».