Un despiste tonto en la cocina. Una sartén con aceite en el fuego durante más tiempo del que debería. O el tiro de la chimenea. Estos son los principales motivos por los que se originan los incendios en las viviendas. Algunos terminan como una anécdota, un susto, pero la mayoría tienen consecuencias. Y es que, la mayoría de los accidentes son domésticos y pueden tener consecuencias devastadoras, tanto por los daños materiales que se producen en el inmueble por el fuego, como por el peligro que supone para las personas que lo habitan.
En este sentido los bomberos del SPEIN de la Diputación de Cuenca, han atendido en la provincia en lo que va de año- contabilizando hasta mitad del mes de julio-, 43 incendios en viviendas. Una cifra que, si se compara con el total del año 2024 que dejó una de 57, se presenta bastante elevada. “Si continúa esta estadística es muy posible que se superen las emergencias de este tipo atendidas que se atendieron el pasado año”.
Por su parte, en cuanto a la capital se refiere el Servicio de Bomberos del Ayuntamiento de Cuenca tiene contabilizados un total de 24 incendios en el ámbito doméstico, de los cuales quince han sido en Cuenca capital y nueve en municipios de la provincia. “Dichos incendios se han producido principalmente en la cocina o en la chimenea”, señalan desde el Consistorio.
Una versión que refrendan desde la Diputación. “Las causas más frecuentes son los tiros de chimenea, que destacan en los pueblos, mientras que en la ciudad son los originados en la”, señalan. En cuanto a la zona de la vivienda más afectada, en el caso de Cuenca capital es el interior de las casas, y en las provincias son los tejados”. No obstante, ninguno de los servicios ha recogido ningún suceso mayor que el material.
Asimismo, sí que se ha destacado el notable incremento de las baterías de litio que contienen algunos electrodomésticos como impulsores de incendios. “Es un factor más de riesgo”, dicen desde la Diputación. Recuerdan que el peligro suele estar “en las manipulaciones que se hacen en estos aparatos o el uso de baterías no adecuadas. Además, necesitan estar mucho tiempo enchufados y sobrecalientan la red si no están en buenas condiciones”.
Al igual que ocurre con los incendios forestales, una gran parte podrían evitarse tomando algunas precauciones, entre las que recuerdan no dejar comida en el fuego sin vigilancia, y mantener paños y papel lejos de la estancia en la que se cocina. Además de “limpiar frecuentemente la campana de humos”.
En cuanto a la manipulación del sistema eléctrico, también advierten desde el Servicio de Bomberos que es importante no sobrecargar los enchufes ni ladrones. “Revisa la instalación eléctrica por un especialista y no mantengas enchufados aparatos que no están en uso”.
Especial hincapié en cuanto a la calefacción se trata donde inciden en alejar las estufas de cortinas, mantas y muebles. Así como no usar braseros sin rejillas de protección y apagar las estufas antes de dormir.
Advertencia a los fumadores para no hacerlo en la cama, usar portavelas estables y apagar las colillas antes de salir de la habitación.