La mina romana de ‘lapis specularis’ de Osa de la Vega reanuda desde este sábado las visitas turísticas

'La Condenada' es rica en lapis specularis, un tipo de piedra de yeso selenítica especular traslúcido y la cavidad se conserva inalterada desde su explotación en el siglo I d.C

El próximo sábado, 25 de marzo, volverá a recibir visitantes la mina romana de lapis specularis ‘La Condenada’, situada en la localidad conquense de Osa de la Vega, tras unos meses cerrada para respetar el periodo de hibernación de los murciélagos (especie protegida por la normativa española y europea) que se refugian en la cavidad. Su gestor y guía turístico, Miguel Ángel Rada, recuerda que es imprescindible la reserva previa y espera que en esta temporada continúe la gran afluencia de turistas que ha recibido desde su apertura en 2017, dado el gran poder de atracción por parte del público de un recurso patrimonial y turístico que se ha consolidado como de primer orden, generando riqueza en el pueblo y la zona.

Además de realizar un recorrido exterior por el complejo minero ubicado en el cerro de ‘Las Obradás’ y de adentrarse posteriormente en el interior de ‘La Condenada’, los visitantes inician la visita guiada en el punto de encuentro y recepción, el ‘Centro de Estudios e Interpretación de la Minería Romana del Lapis Specularis’, dentro de la población de Osa de la Vega. Renovado recientemente, este espacio expositivo y didáctico cuenta con paneles informativos, proyecciones audiovisuales y algunos de los materiales y objetos más representativos para acercar al visitante a lo que era el trabajo del minero romano.

A menos de 20 minutos del Parque Arqueológico de Segóbriga, ‘La Condenada’ es la tercera mina conquense de lapis specularis adecuada turísticamente y forma parte de uno de los conjuntos mineros más extensos e interesantes de Castilla-La Mancha, del que se extraía un yeso especular o espejuelo que por su tamaño y transparencia los romanos empleaban a modo de vidrio, explotándolo y distribuyéndolo desde esta zona a todo el Imperio. La cavidad se conserva prácticamente inalterada desde su explotación en el siglo I d.C. por lo que quienes se adentran en ella pueden realizar un viaje en el tiempo y retroceder 2.000 años explorando una trama laberíntica de casi un kilómetro de recorrido subterráneo en tres niveles accesibles entre sí, aunque la visita no reviste dificultad ni se requiere una forma física especial.

Los horarios de visita son los sábados a las 11:30 horas y las 17:00 horas, los domingos a las 11:30 horas y de lunes a viernes para colectivos y grupos organizados. La ruta guiada tiene una duración aproximada de dos horas e incluye seguro e indumentaria de casco, mono y frontal de luz. Además, se trata de un lugar dog friendly en el que las mascotas son bienvenidas, ya que se destina un 5% del precio de la entrada a contribuir con el proyecto ‘ArqueoMiau’ a favor de los animales abandonados, cantidad que aumenta al 10% para quienes vayan con su mascota, a la que cuidarán y atenderán en un chenil individual mientras el dueño realiza su visita con tranquilidad. También ofrece la posibilidad de realizar visitas combinadas a la mina y al Castillo y la Colegiata de la cercana localidad de Belmonte. Información y reservas en minalacondenada.com