Hace escasos días se presentaba la campaña de prevención de incendios que cada año pone en marcha la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha. Félix Mateo es el jefe de servicio de la Delegación en Cuenca de la Consejería de Desarrollo Sostenible, y por tanto responsable de esta área.
-¿Cómo se presenta la campaña de prevención de incendios de este año?
Siempre es un misterio, a estas alturas es muy difícil predecir cómo va a venir la campaña. De momento la primavera ha venido con bastantes lluvias y estadísticamente eso siempre es bueno de cara a los incendios forestales, al menos en cuanto al número y las consecuencias. Luego depende mucho de otros factores. El año pasado fue bueno en cuanto a número de incendios, pero un día tuvimos uno de 1.200 hectáreas en Gabaldón-Valverdejo y fue un desastre. No lo sabemos, pero sí que tenemos claro que todos los días que vengan de lluvia y con no mucho calor hacen que se reduzca el riesgo, porque cuantos más días de calor estadísticamente es más probable que se produzcan incendios.
-¿Que el invierno y la primavera sean lluviosas es mejor o peor, porque también hay quién dice que cuando llueve mucho hay mucha vegetación y cuando se seca si hay un incendio se propaga muy rápidamente?
La estadística nos dice que las primaveras lluviosas son años mejores. Siempre es mejor que haya humedad, por un lado en el suelo, porque a la vegetación le cuesta más arder, y por otro lado el periodo de tiempo que dura esa humedad, si reducimos los días de mayor riesgo en los que la vegetación está más seca reducimos el riesgo. Por eso desde nuestro punto de vista siempre es mejor que vengan las primaveras lluviosas.
-¿Con respecto a años anteriores qué novedades presenta la campaña de 2025?
Con respecto al año pasado prácticamente ninguna, tenemos los mismos medios y las mismas ubicaciones. Sí que hemos hecho un par de adaptaciones o mejoras en bases pero no hemos modificado, y estamos pendientes de hacer una reforma en la base de Las Majadas y cambiarla de la actual base a un edificio que había en el pueblo, en el antiguo centro de interpretación del Hosquillo, que estaba cerrado y se va a utilizar para que esté el retén allí, con lo cual mejoramos en comunicaciones, porque donde estaban había muy mala cobertura de emisoras y de móviles, y también en la rapidez de respuesta al estar mejor comunicado el retén, al pie de la carretera y con salidas hacia la sierra o Villalba. En cuanto a medios tampoco hay novedades, seguimos las mismas personas, mismas ubicaciones, mismos retenes, etc…
-¿Cuáles son los recursos humanos y materiales con que cuenta la campaña?
En cuanto a las personas son 611 las que hay en Cuenca trabajando en esta campaña. En cuanto a materiales, tenemos tres bulldozers que están trabajando ahora en mantenimiento de caminos en la provincia, tenemos brigadas semitransportadas, dos de la Junta de Comunidades y otra del Ministerio, de la BRIF. También tenemos trece brigadas terrestres, seis autobombas retén, una nodriza, que es una autobomba de mayor capacidad, once patrullas móviles, de las cuales una hace vigilancia nocturna, y treinta y cinco puntos de vigilancia fija. Esos son los números con los que contamos.
-¿Con cuántos medios aéreos cuentan?
Tenemos seis medios aéreos, de los cuales cuatro son de la Junta y dos de la BRIF. Tenemos dos helicópteros en Albendea y uno grande, el famoso Súper Puma en Campillos-Paravientos, junto con un avión anfibio que también está en esa base. Y finalmente los dos helicópteros del Ministerio están en la base del Prado de los Esquiladores, al lado de Buenache de la Sierra.
“La primavera ha venido con bastantes lluvias y estadísticamente eso siempre es bueno de cara a los incendios forestales”
-¿Qué presupuesto tiene la campaña?
El presupuesto total de la campaña para la provincia de Cuenca es de 25,3 millones de euros, distribuidos en 12,3 destinados a la extinción y 13 a la prevención para todo el año.

-¿Hasta ahora qué trabajos de prevención se han llevado a cabo?
Estamos haciendo una media de 2.500 hectáreas en la provincia cada año, sólo con lo que es el personal destinado a prevención por la empresa pública GEACAM. Aparte, hay otras actuaciones de la Consejería de Desarrollo Sostenible a través de ayudas y subvenciones o de inversión propia, pero lo que es el dispositivo son 2.500 hectáreas.
-Cuenca es una provincia muy extensa y con comarcas naturales muy diferentes. ¿Qué zonas son las de mayor riesgo para que haya incendios?
Donde más peligro hay en cuanto a superficie afectada es donde están las grandes masas forestales, que es la parte noreste de la provincia. Sin embargo, la zona donde más incendios hay es en La Mancha, porque es donde hay más presencia humana, más carreteras, pueblos más grandes y con más actividades en el medio natural. En el Sistema Ibérico se generan muchos incendios por los rayos, y aquí en nuestra provincia el 25% de los incendios son provocados por esta causa, además, por su orografía tan complicada tenemos que tener tantas torres de vigilancia para intentar localizar las igniciones por rayo lo antes posible para poder apagarlas cuanto antes, que es la clave de la extinción de los incendios, llegar pronto y apagarlos pronto.
-He leído que hay un porcentaje enorme de incendios que son evitables si se siguen las recomendaciones que se hacen para prevenirlos.
Tal cual. Si el 25% son por causas naturales, por rayos, en el otro 75% está detrás la mano del hombre, de una manera o de otra, luego se podrían evitar. Luego, dentro de ese 75%, hay accidentes que son más difíciles de evitar pero si se respeta la normativa y se aplica el sentido común a la hora de salir al campo se podrían evitar muchos. Por eso es tan importante saber las causas de los incendios, porque si sabemos por qué se producen podremos tomar medidas para evitarlos, es así de simple, lo que pasa es que a veces no es tan fácil.
-¿Tienen algún estudio de cuáles son las causas más habituales de los incendios?
Sí, sobre todo negligencias y causas accidentales. Hay un 50% de incendios cuya causa son negligencias, no hay intención de provocarlo pero la actividad humana termina provocándolo.
-¿Qué recomendaciones haría para la ciudadanía en general a la hora de prevenir los incendios?
Que se conozca la normativa, cuáles son las limitaciones a la hora de salir al campo, sobre todo en los días más delicados, de más calor, que nos los anuncian en los medios de comunicación. Esos días cuanto menos salgamos al campo, mejor. Tradicionalmente quienes estaban ligados al campo salían muy pronto a trabajar y a mediodía la gente se recogía. Por tanto, conocer la normativa y aplicar el sentido común es primordial para evitar situaciones de riesgo y evitar incendios.
-Me gustaría preguntarle por algo que a mí me resulta incomprensible, que son los incendios provocados. ¿Qué porcentaje estiman que hay y cuáles son las causas que llevan a alguien a pegarle fuego al monte o al campo?
Por suerte, en Castilla-La Mancha no tenemos una problemática grande de incendios provocados, como si la hay en la Cordillera Cantábrica o Galicia. Aquí hay incendios intencionados, porque los hay todos los años, pero no suponen un problema. En cuanto a la casuística es muy variada, pero no hay un patrón concreto, puede ir desde rencillas entre vecinos, conflictos personales, hasta estar en desacuerdo con una norma y como venganza le pega fuego, pero ya digo que no es un problema importante el tema de los incendios provocados en nuestra comunidad autónoma.
“Cuanto antes se avise mejor, porque los tiempos de respuesta son los que van a determinar que el incendio sea pequeño y lo podamos apagar rápido”
– En verano se incrementan los trabajos agrícolas y eso genera un mayor riesgo de incendios. ¿Qué recomendaciones se hacen a quienes trabajan en el campo para que se produzca el menor número de incendios posible?
La cosecha hay que hacerla, porque su momento es el verano. Si es verdad que hay una serie de días de alto riesgo en los que hay que tomar una serie de precauciones para minimizar los incendios. Hasta hace un par de años era la única causa de la que teníamos certeza sobre la que no se tomaba ninguna medida para limitar el riesgo. A partir de entonces se han tomado una serie de medidas esos días de riesgo para intentar reducir esas igniciones que pueden dar lugar a un incendio peligroso, porque el problema de los incendios agrícolas es que se producen pérdidas económicas muy importantes y porque cuando el incendio agrícola pasa al monte lo hace con mucha virulencia, porque son frentes grandes que cuando entran al monte dificultan mucho los trabajos de extinción. Desde la Consejería estamos trabajando con las asociaciones agrarias para ver qué medidas se pueden tomar que perjudiquen lo mínimo posible y a la vez se colabore a prevenir un problema importante como es el de los incendios.
– Vamos a ponernos en el desgraciado caso de que se produce un incendio. ¿Cómo funciona el sistema de extinción se quede en lo menos posible?
El sistema está muy entrenado, tiene mucha experiencia y cada vez activamos los medios con más rapidez. El aviso nos puede llegar por dos vías, o porque la ciudadanía, a través del 112, llame para comunicarlo o porque desde nuestra red de vigilancia se detecta el incendio y nos los comunican a la central de incendios o al centro operativo provincial (COP). En el momento que recibimos el aviso activamos inmediatamente los medios más cercanos y los agentes medioambientales que están de guardia en el territorio. Si tenemos confirmación de que es zona de difícil acceso se movilizan los medios aéreos también desde el primer momento, la respuesta es inmediata, conforme recibimos el aviso movilizamos los medios necesarios y a partir de ahí lo que tardemos en llegar y la facilidad de acceso a donde se haya producido el incendio.
– ¿Qué mensaje lanzan a los ciudadanos si se encuentran cualquier indicio de que puede haber un incendio?
Cuanto antes se avise mejor, porque los tiempos de respuesta son los que van a determinar que el incendio sea pequeño y lo podamos apagar rápido o se haga más grande y sea más difícil. Lo principal es que, si hemos tenido la mala suerte de provocar un incendio, antes de intentar apagarlo llamemos al 112, es tiempo que se gana. Luego hay personas que están capacitadas para actuar en ese conato de incendio que se ve, o por lo menos ayudar, pero ya digo que lo más importante es avisar lo antes posible, porque la clave es actuar con rapidez para que no se propague mucho.