Cuenca es la provincia española con menos esperanza de vida al nacer: 80,79 años

El efecto de la pandemia ha provocado que la provincia retrocediese en 2,84 años en ese índice durante 2020, lo equivalente a lo que había avanzado en dos décadas

Cuando un bebé conquense viene al mundo su esperanza media de vida es de 80,79 años. Esa previsión -extraída del informe más reciente del Instituto Nacional de Estadística (INE) sobre movimiento natural de la población- es la más baja de todas las provincias españolas. Solamente las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla tienen un horizonte menos halagüeño, de 79,28 y 79,82 años respectivamente.

En demografía la expectativa de vida se define como «los años que un recién nacido puede esperar vivir si los patrones de mortalidad por edades imperantes en el momento de su nacimiento siguieran siendo los mismos a lo largo de toda su vida». Es uno de los principales parámetros que se usan para medir el grado de desarrollo humano de una sociedad, especialmente de las condiciones de salud de sus habitantes, y suele estar también ligado a variables económicas.

En España es de 82,33 años, una de las más altas del mundo a pesar de que ha perdido recientemente posiciones. Esa media supera en más de un año y medio la registrada en Cuenca. Álava (83,61), Baleares (83,46) y La Coruña (83,44) presentan las cifras más altas del país.

La última posición de Cuenca tiene mucho que ver con el retroceso experimentado durante 2020, fecha más reciente de la que se tienen datos. La irrupción de la pandemia del coronavirus tuvo un efecto devastador para este índice; en esos 366 días los conquenses perdieron de media 2,84 años de esperanza vital. Solamente Segovia perdió más durante este periodo (3,2). También se vio muy afectada Madrid, que disminuyó en 2,6 y dejó de encabezar el ranking nacional tras liderarlo en 2019. Un mapa que coincide en gran medida con el de las provincias más afectadas por la mortalidad de la primera ola.

Hay que retrotraerse al siglo pasado, exactamente a 1999, para encontrar una perspectiva vital tan menguada en el territorio conquense, ya que entonces este índice se cifró en 80,49 años. O, escrito de otra manera, en un año se ha perdido todo el avance conseguido en más de dos décadas.

Los registros del INE evidencian también una clara diferencia por sexos. Las mujeres conquenses tienen una esperanza de vida de 84,04 años frente a los 77,92 de sus paisanos varones. Más de seis años de diferencia. En 2019 también había brecha, pero menos acentuada, de 4,98 años.