La desinformación y los estereotipos siguen siendo una barrera importante para la integración de las personas migrantes que llegan a Cuenca. Dicha situación se ha visto acrecentada en los últimos años por el aumento de mensajes racistas y xenófobos y la crispación social según refieren desde Cáritas Diocesana de Cuenca. El impacto social de este tipo discursos está teniendo impacto en lo que a la población conquense se refiere pues, según han denunciado desde la entidad, se está manifestando en reticencias a la hora de permitir a las personas extranjeras establecerse en la provincia, especialmente en lo que al alquiler de vivienda se refiere.
Desde Cáritas explican que parte de los usuarios que atienden, especialmente familias migrantes, se han enfrentado recientemente a trato desigual a la hora de buscar empleo o vivienda así como desconfianza. En este sentido la responsable del Área de Inclusión Social de Cáritas Cuenca, Marimar Resusta subraya que el racismo no siempre se expresa con insultos o agresiones pues «a veces se ve en la negativa a alquilar una casa o en el recelo de un empleador para contratar», apunta.
En los últimos años, con el cambio de perfil de los migrantes que llegan a España y, por ende, a Cuenca, han sido varias las familias que han dado cuenta a la entidad de los problemas a los que se están enfrentando para encontrar una vivienda. Resusta apunta que «cuando llegan a visitar una vivienda de alquiler y ven que son personas migrantes con varios hijos o familiares, desconfían y piensan que igual no van a pagarles». Asimismo, la responsable del área social de la organización ha señalado que la inclusión «es un trabajo colectivo, la acogida, la convivencia y el respeto mutuo no se construyen solos; requieren la implicación de todos: instituciones, vecindad y comunidad», ha afirmado.
Por su parte, Gina y Rachid, dos de las personas migrantes que han participado en la presentación de la campaña “Sin hogar, pero con sueños” de la entidad, tienen opiniones diversas en este sentido. Mientras que Gina apunta ser consciente de este tipo de discursos entre la población conquense «escuchamos decir que somos los que venimos a robar, pero no saben lo que hay detrás de nosotros, como en casos como el mío, en los que venir a este país nunca estuvo en los planes pero la vida se me complicó», Rachid refiere que no ha tenido el suficiente contacto con personas españolas para poder emitir un juicio al respecto.
Cáritas insiste en la necesidad de cambiar la mirada social y reconocer a las personas migrantes como parte activa de la comunidad porque, al fin y al cabo «se trata de personas como otras cualquiera que vienen buscando una vida, un trabajo y que quieren aportar», refieren, por lo que apelan a la sociedad a «darles una oportunidad y una perspectiva que los incluya», concluía Resusta.














