En un paraje natural salvaje y sin apenas cobertura móvil, Barbalimpia podría parecer un pueblo detenido en el tiempo. Sin embargo, basta con acercarse a esta pedanía de Villar de Olalla este agosto para comprobar que aquí el reloj no solo sigue en marcha, sino que lo mueven sus propios vecinos. En esta aldea conquense, con apenas seis habitantes fijos durante el año, la comunidad ha puesto en pie una nueva edición de su mercadillo solidario que tendrá lugar el 9 y 10 de agosto en horario de 19:00 a 21:00 horas.
Desde hace tres años los vecinos del municipio celebran esta iniciativa autogestionada con la que no solo recaudan fondos para conservar y cuidar el rico patrimonio cultural que yace escondido en este rincón de la Serranía, sino que también realizan una firme apuesta con la que quieren demostrar que los pueblos pequeños también tienen grandes ideas.
Cerámica, ganchillo, especias, jardines eternos, productos de kilómetro cero… Cada pieza lleva detrás el trabajo de manos voluntarias, que trabajan durante incontables horas haciendo manualidades para mantener vivo su pueblo. Además, varias pequeñas y medianas empresas conquenses, como Viveros La Mezquita o Flores Ikebana, se unen a este evento y colaboran donando sus productos que oscilan desde el euro hasta los 20 como máximo. Mari Luz Bascuñana, vecina de la aldea y participante en esta iniciativa, señala que «como en el pueblo no hay cobertura todos los pagos se realizarán en efectivo».
Lo recaudado con la iniciativa se destina íntegramente al mantenimiento de la iglesia románica del pueblo, donde ya se han restaurado bancos y mejorado el acceso al campanario con los fondos de años anteriores que, según asegura Bascuñaba, oscilaba sobre los 200 euros.
Este mercado efímero, que cada verano atrae a visitantes de pueblos cercanos y de la capital, constituye la ocasión perfecta para poder explorar el tesoro oculto de Barbalimpia. Entre sus atractivos, Bascuñana invita a los visitantes a descubrir «la iglesia románica, la pila bautismal y la fuente romana con su vía romana también». También señala el «increíble paisaje» rodeado por pinos en plena naturaleza.
Asimismo, para aquellos que acudan a la cita y sientan el abrazo de esta aldea, Bascuñana invita a descubrir sus fiestas patronales en honor a San Esteban, que tendrán lugar este año se celebran del 14 al 17 de agosto.
Sin bar, sin escenario, sin presupuesto. Solo un altavoz, bebidas frescas y un grupo de vecinos decididos a mantener viva la historia y el presente de su pueblo son el pretexto ideal para descubrir un nuevo rincón de la provincia, disfrutar en compañía y luchar activamente contra la despoblación apoyando iniciativas locales.