El nivel competitivo de la liga española hace parecer que no la quiere ganar nadie

    Hay voces que señalan que la disolución del factor campo con las restricciones de público actuales también abona sorpresas en las visitas a los grandes de los equipos teóricamente pequeños

    En el tramo final del campeonato liguero los aspirantes al título se están dejando muchos puntos, pero esto no es indicativo de que los grandes estén mal sino que habla muy bien de sus oponentes. Así, si hay algo que caracteriza a la primera división española en contraposición con otras ligas europeas es el gran nivel de todos los equipos de la tabla.

    Esto tiene su plasmación a la hora de hacer pronósticos, ya que aún siendo obvio que hay resultados que resultan más previsibles que otros, tal y como reflejan webs de referencia como kirolbet, los favoritismos nunca son tan aplastantes como cuando juega por ejemplo el PSG contra la mayoría de rivales de Ligue 1 francesa.

    Cada choque puede convertirse en un vía crucis para los grandes

    En la liga española en cambio cualquier equipo le prepara una emboscada a Madrid, Barça o Atlético cuando le toca competir contra ellos, y más en el tramo final de la temporada, cuando quien más quien menos se juega aspectos tan importantes como la salvación o entrar en las competiciones europeas el próximo año. O bien aunque se tenga ya todo hecho en sentido positivo o negativo, se acude igualmente con la máxima motivación sabiendo que las buenas actuaciones contra las superpotencias siempre tienen su repercusión.

    Algunas explicaciones a la mayor competitividad que hay ahora en la liga

    Hay voces que señalan que la disolución del factor campo con las restricciones de público actuales también abona sorpresas en las visitas a los grandes de los equipos teóricamente pequeños, ya que el factor ambiental de un Camp Nou o un Bernabéu llenos contribuye lo suyo a achicar a los rivales. Pero este es un argumento que no acaba de convencer mucho a efectos de explicación global, porque esos equipos cuando les toca ser locales pierden igualmente el aliento de los suyos en casa en estos partidos de máxima exigencia.

    Los más maledicentes han hecho hincapié en los efectos niveladores del VAR (que tampoco es que haya disuelto todas las polémicas precisamente), pero la explicación más plausible es simplemente que hay una amplísima miriada de equipos de clase media que exprimen al máximo sus recursos futbolísticos y el trabajo táctico para hacer de sus choques con los grandes una visita al dentista para ellos, muy lejos de aquella mentalidad de todos metiditos atrás y a ver si por milagro rascamos un punto.

    Las ligas de 100 puntos de hace unos años ya son algo del pasado

    De este modo, las ligas de 100 puntos que obtuvieron Madrid o Barça hace algunas temporadas se antojan ahora una quimera imposible, sin que baste el mero voluntarismo de los de arriba por estar dirimiéndose el título para traducir su empeño en victoria, por mucho que estén en juego puntos decisivos.

    No sabemos qué va a pasar de aquí al final, pero ganar un campeonato con un puntaje corto antes que signo de demérito acredita que se ha obtenido la victoria en una competición disputada y con rivales de nivel.