Armando Cubillo
Villar del Humo es mi pueblo, el lugar donde transcurrió mi infancia y al que regreso siempre que tengo oportunidad. Como ocurre en cualquier pequeña localidad, todos los vecinos nos conocemos; existen, como es natural, algunas diferencias o desencuentros, pero forman parte de la convivencia propia de los pueblos.
En relación con el señor César Saiz, resulta evidente que ya ha sido objeto de lo que en Derecho se denomina la “pena de banquillo”. Nuestro ordenamiento jurídico consagra la presunción de inocencia como principio fundamental, pero determinados medios de comunicación han vulnerado dicho principio al emitir juicios de valor antes de que exista sentencia firme. No solo se ha prejuzgado al señor Saiz, sino que además se ha ridiculizado al conjunto de los habitantes de Villar del Humo, convirtiendo el nombre del pueblo en objeto de burla pública.
Es lamentable que cadenas como La Primera, La 2 y La Cuatro hayan actuado de esta manera. El periodista tiene el deber de buscar la verdad y transmitirla con rigor, no de dictar sentencia mediática ni de mofarse de una comunidad entera. Cuando los medios públicos, financiados con los impuestos de todos los ciudadanos adoptan una postura sensacionalista, atentan directamente contra la dignidad de las personas y el respeto institucional que se espera de ellos.
Cabe recordar, además, que todo proceso penal consta de dos fases: la fase de instrucción y el juicio oral. Mientras no exista una resolución judicial firme, cualquier persona debe ser considerada inocente. Sin embargo, en este caso, se ha obviado ese principio de manera injustificada, generando un daño moral tanto al acusado como al propio pueblo.
A las cadenas públicas, como La Primera y La 2 de Televisión Española, se les debería exigir un ejercicio de responsabilidad y profesionalidad. Se llenan la boca hablando de la “España vacía”, pero parecen olvidar el respeto que merecen sus habitantes cuando el sensacionalismo ofrece más audiencia. Les invito a realizar un auténtico trabajo de investigación sobre la historia y el valor cultural de Villar del Humo, porque eso también forma parte de la función pública: divulgar la cultura y promover el conocimiento, no la burla ni la desinformación.













