El primer paso al frente para intentar frenar el ERE anunciado por Mahle, tanto en su sede Motilla, donde peligran más de medio millar de puestos de trabajo- 550 en total- como en Paterna, donde la reestructuración de plantilla planea prescindir de 190 trabajadores, ha sido la petición de urgencia por parte del Gobierno de Castilla-La Mancha, el Ministerio de Industria y la Generalitat Valenciana con los máximos representantes de la multinacional alemana.
“Hemos solicitado de manera conjunta una reunión en la que sentarnos a trabajar las diferentes opciones de reindustrialización teniendo en cuenta las inversiones millonarias que se están realizando en este sector en Europa y que no podemos perder, ni en capacidades, ni en personas”, ha comunicado la consejera de Economía, Patricia Franco.
La titular del área de Economía en Castilla-La Mancha ha sido la primera en pronunciarse sobre la posible pérdida de casi la mitad de la plantilla en la antigua Nagares, reiterando el empeño en paliar o impedir esa restructuración de empleo. “Vamos a seguir trabajando para obtener respuestas al objeto de que permanezca la actividad industrial en Motilla”, ha dicho Franco, quien también se ha querido posicionar del lado de las familias. “Queremos decirles que estamos con ellos y con todas las personas afectadas”.













