El conquense Jesús Domínguez funda una empresa que busca «democratizar» la computación cuántica y la IA

El equipo promotor, que completan José Rigol y Enrique Solano, está convencido del potencial de estas tecnologías para solucionar problemas concretos en logística, finanzas, química y biomedicina

«La democratización de la computación cuántica y la inteligencia artificial (IA) puede aportar valor desde ahora mismo a la sociedad y la industria». Es la filosofía fundacional de Quanvia, una startup española nacida como spin-off de la Universidad del País Vasco (UPV/EHU) en Bilbao y en cuyo equipo promotor figura el conquense Jesús Domínguez. Ingeniero informático en la Universidad Politécnica de Valencia y EMBA (máster ejecutivo de administración de empresas) en IE, es también doctorando en computación cuántica y cuenta con más de quince años de experiencia en empresas como PwC, Accenture y Globant. Este inversor en varias empresas emergentes e innovadoras ejercerá como CFO (director financiero) de la compañía.

En el grupo fundacional de Quanvia también está el madrileño José Rigol, ingeniero por ICAI con más de 18 años de experiencia en empresas de consultoría tecnológica en inteligencia artificial, quien desempeñará el rol de CTO (director técnico). Y el hispanoperuano Enrique Solano, quien será el CEO (consejero delegado). Profesor de la UPV/EHU y de la Universidad de Shanghái, está considerado uno de los referentes mundiales en el sector de la computación y tecnologías cuánticas con experiencia de más de 20 años en temas relacionados. En este sentido, ha dedicado influyentes artículos e investigaciones en líneas punteras creadas en Bilbao, Múnich y Shanghái como es el caso de la computación cuántica digital-analógica, digital-adiabática y neuromórfica con aplicaciones en optimización, finanzas, química, materiales y neurociencia.

«Creemos firmemente que la computación cuántica y la inteligencia artificial tienen soluciones importantes que ofrecer a la sociedad. Además Quanvia dispone de proyectos y productos pioneros que traerán el futuro tecnológico de nuestros competidores al presente de nuestros clientes”, destaca en una nota de prensa de la neonata sociedad.

En el texto Quanvia asegura que «pretende traer la revolución tecnológica del futuro a nuestro presente con ideas revolucionarias». Su objetivo es sacar la inteligencia artificial cuántica del marco esencialmente académico para solucionar problemas reales de la industria. Propone en ese sentido una estrategia transversal en formación, investigación y consultoría con aplicaciones en logística, finanzas, química y biomedicina, entre otros.

Desde Quanvia explican que “se habla mucho de que la computación cuántica revolucionará el mundo tecnológico en el futuro y no cabe duda de que así será, pero al conocer de cerca el estado del arte de esta tecnología se comprueba que los algoritmos que se están diseñando todavía no pueden ser ejecutados en los procesadores cuánticos actuales”.  A pesar de que Google y otros anunciaban hace poco la supremacía cuántica, la realidad es que de momento esta tecnología evoluciona más en problemas académicos que en los reales de la industria. “¿Tiene esto que seguir siendo así? No, no nos resignamos a ello. Estamos convencidos de su potencial inmediato y práctico. Estamos desarrollando proyectos y productos en Quanvia que traen el hipotético futuro al presente real. Ésa es la razón de nuestra existencia”, manifiestan en una disruptiva declaración de intenciones.

Equipo multidisciplinar

Solano piensa que “la única manera de generar innovación es con la creación de equipos multidisciplinares y complementarios” y precisamente esos son los criterios con los que se ha configurado el equipo fundador.

Los tres promotores de la empresa Quanvia «tienen la sana ambición, las ideas y el talento para convertirse en referente mundial en el desarrollo empresarial y creativo de la computación cuántica y la inteligencia artificial».

Los directivos tienen un largo historial en sus respectivas actividades académicas y empresariales. Una circunstancia que, lejos de mantenerlos en su zona de confort, identifican como una ventaja competitiva y una muestra de como quieren romper estereotipos e ideas preconcebidas. “La sociedad actual establece paradigmas y crea modelos de cartón piedra, pero solo aquellas compañías que busquen la autenticidad, que inspiren e impregnen innovación autentica lograrán sobrevivir. Quanvia cree en los equipos interdisciplinarios e innovadores”, ilustra Domínguez.

Rigol apunta que «generar valor real a un cliente no es una tarea sencilla, requiere talento, empatía y creatividad, hay que aprender a escuchar y no creer de antemano que ya sabes lo que necesita”. Además comparte uno de los principios que han guiado su carrera e inspiran este nuevo proyecto: “La tecnología es siempre un medio y nunca un fin”.

La empresa comienza su andadura con una inequívoca vocación internacional. Contará con sendas sedes en Bilbao y Madrid y también estará presente desde sus inicios en Múnich, la capital de Baviera. A su vez contará con socios empresariales en Sao Paulo, Johannesburgo y Shanghái.