El informe anual del Banco de España presentado este martes identifica a Cuenca como una de las provincias del país cuyo parque de viviendas tiene más capacidad de absorber la demanda residencial.
Lo que ha hecho el organismo del que es gobernador José Luis Escrivá para elaborar ese ranking es calcular la ratio entre el número total de viviendas (incluyendo tanto casas como pisos) y el número de hogares de cada territorio. Un hogar se define como el grupo de personas que residen habitualmente en la misma vivienda, compartiendo la alimentación y los gastos comunes. En el caso de la provincia conquense esa ratio es de ligeramente superior a 2, una cifra que únicamente superan Ávila, Teruel Soria y Zamora. La media española está en torno a 1,30 y los números más bajos se dan en Barcelona, Vizcaya, Las Palmas y Madrid.

El Banco de España señala que en el conjunto del país la demanda de vivienda «se mantiene robusta como resultado del dinamismo demográfico, las adquisiciones de no residentes y un contexto macroeconómico favorable».
Señala que los indicadores de oferta de la actividad inmobiliaria residencial dieron señales de un mayor dinamismo en 2024, si bien, en términos cuantitativos, los avances fueron relativamente modestos, «y sus efectos sobre el incremento de la oferta de vivienda se materializarán en los próximos años».
La disponibilidad actual de viviendas no destinadas al uso residencial en el conjunto de España supondría una cuantía equivalente al 39% del número de hogares. No obstante, se observa una elevada heterogeneidad de esta disponibilidad de vivienda a escala provincial. «Por ejemplo, el potencial de vivienda para aumentar los hogares residentes se reduciría de manera significativa en provincias con elevada presión demográfica, como Barcelona (13,2%) o Madrid (14,3%)». En estas
provincias, la capacidad máxima del parque de vivienda actual permitiría absorber unos 310.000 hogares en Barcelona y unos 390.000 en Madrid si se movilizaran todas las segundas residencias las viviendas con usos alternativos (turístico y temporada) y, en menor medida, las viviendas desocupadas».
«La escasez de vivienda residencial también se observa en las provincias vascas y en Las Palmas y contrasta con el exceso de capacidad de viviendas en relación con el número de hogares que se aprecia en las provincias de la España interior», concluye.