«Una de las medidas más eficaces para la prevención del suicidio sería la tolerancia cero con el bullying»

Entrevista con José Luis Santos, jefe del Servicio de Salud Mental de la Gerencia del Área Integrada de Cuenca

José Luis Santos, jefe de Salud Mental de la Gerencia Atención Integrada (GAI) de Cuenca

José Luis Santos es el jefe del Servicio de Salud Mental de la Gerencia del Área Integrada (GAI) de Cuenca, donde se incluyen e hospital ‘Virgen de la Luz’ y Atención Primaria. Tras varias decenas de años de experiencia no duda en afirmar que la ‘tolerancia’ cero con el bullying es fundamental para la prevención del suicidio entre los jóvenes. Un fenómeno que ha aumentado desde la pandemia como lo han hecho las consultas de ciudadanos sobre patologías como depresión y ansiedad. Advierte, asimismo, del aumento de las conductas autolesivas entre los adolescentes y señala de forma rotunda a las redes sociales como uno de los elementos decisivos. Reconoce que la ciudadanía está perdiendo el ‘miedo’ a acudir a las consultas de salud mental, rodeada hasta hace poco de un aura de ‘estigma’. «En este asunto más vale pecar por exceso que por defecto», asegura. Considera fundamental la investigación. «No hay salud mental de calidad sin investigación». En 2020, el año de la eclosión de la pandemia del coronavirus, un total de 22 residentes en la provincia de Cuenca se quitaron la vida. El número de muertes por suicidio o lesiones autoinfligidas alcanzó su máximo desde que en 1980 el Instituto Nacional de Estadística (INE) empezase a contabilizarlas con un método homologable aún vigente. 

– ¿Cuáles son las patologías más habituales de los conquenses que acuden a las consultas de salud mental?

Tenemos las mismas patologías que el resto de los europeos. Como en todos sitios, trastornos depresivos y los trastornos por ansiedad. Son los dos grandes grupos de patologías. Que, a su vez, puede tener distintos orígenes. Hay muchos problemas adaptativos ligados a situaciones de estrés: familiar, laboral…El estrés laboral genera muchos problemas. Todo ello si hablamos de trastornos porque hablar de enfermedades en psiquiatría es muy complicado. Ahí tenemos la dinámica familiar que es muy compleja, problemas de desempleo…ansiedad y depresión son las más frecuentes, las más prevalentes.

– ¿Se ha notado variación en las patologías en los últimos años? Principalmente por la influencia que tuvo la pandemia en la sociedad, en general, y en la salud mental de los ciudadanos, en particular

Se ha disparado la incidencia de las patologías pero en España, la Unión Europea, China, Estados Unidos…en todos los países donde hay datos epidemiológicos se han incrementado significativamente. Y creo que los servicios de salud mental se han desbordado en todos los sitios, no estábamos capacitados para una demanda tan alta. Especialmente en patologías ligadas a ansiedad y depresión que exigen abordaje psicológico más que farmacológico. Y eso es lo que se ha desbordado completamente.

Comenta el aumento cuantitativo pero… ¿Las patologías siguen siendo las mismas o han cambiado?

Sí, los tipos de trastornos son básicamente los mismos.

Entonces ¿Qué ocurre? ¿Estamos peor o vamos más a las consultas de salud mental?

Creo que estamos peor. Hay estudios epidemiológicos que demuestran que en los tres meses siguientes a sufrir un COVID se dispara la incidencia de cuadros de ansiedad y de cuadros de depresión. Aparte del deterioro cognitivo del que se ha hablado tanto. Simplemente pasar el COVID se asocia a una mayor depresión y ansiedad. Mas, luego, el impacto que ha tenido el confinamiento, el estrés,…y todas las personas obsesivas, que daban muchas vueltas a las cosas o hipocondriacos, en esas personas patologías que estaban atenuadas o que eran ligeras se han disparado.

«Las consultas de salud mental se han disparado con la depresión y la ansiedad como patologías más frecuentes»

Ha sido entonces el COVID un desencadenante de trastornos mentales…

Efectivamente. Y hay artículos científicos que dicen que el virus llega fácilmente al cerebro y está generando problemas. Desde el deterioro cognitivo del que se ha hablado mucho pero también cuadros ansioso-depresivos ligados al virus.Y exacerbación de cuadros depresivos recurrentes, también se ven. Lo que pasa es que establecer una etiología es muy complicado. El COVID cognitivo es mucho más claro. Tiene una duración de varios meses y, normalmente, remite. Está descrito: la gente te habla de la niebla mental, no se concentran, tienen problemas de memoria, para fijar información…

– ¿Cómo sabemos si necesitamos acudir a un especialista? ¿Dónde está el límite entre patología, trastorno, manía, normalidad…? 

Es complicado y sencillo a la vez. De entrada, la frontera entre la normalidad y la patología es una frontera difusa. Básicamente hay dos criterios. Cuando tienes un malestar técnicamente significativo pero que subjetivamente, psicológicamente, te encuentras mal. Lo razonable es comentarlo con el médico de cabecera y que sea el que derive. Eso sería lo razonable. El segundo criterio es que tu funcionamiento psico-social se deteriora: no soy capaz de mantener la actividad que hacía antes, me voy arrastrando por la vida, no puedo con la vida… El filtro tiene que ser Atención Primaria y es sistema sanitario lo establece así. El médico de cabecera decide. Creo que es lo correcto. Lo contrario sería un caos.

– Lo que ocurre es que, a veces, aguantamos porque pensamos que…hay que aguantar. Y el nivel de aguante viene a ser como en el dolor físico. Unos aguantan más y otros menos ¿no?

La psiquiatría, al final, es medicina. Lo que decías. Una persona tiene un dolor y queda en nada. Otro aguanta y resulta que era cáncer. ¡Cuántos casos hay de esos! ¿Cuándo tienes que ir por un dolor a un especialista? Pues es subjetivo. Aunque en materia de salud mental quizás sea un poco más complicado saberlo.

– Tradicionalmente se ha dicho que la salud mental siempre se ha cuidado menos que la salud física. Que las investigaciones, tratamientos…no están al mismo nivel en una y otra ¿Es cierto? ¿Seguimos así?¿Vamos acortando la diferencia en cuanto a recursos, investigación, dotación tecnológica…?

Los recursos han aumentado en todos los países occidentales significativamente. Nosotros creo que llevamos un cierto retraso en España. Castilla-La Mancha posiblemente no. Tenemos más recursos, en proporción, que Madrid. Estoy totalmente convencido y son datos: en número de psiquiatras por 100.000 habitantes, listas de espera… Pero a nivel de Estado español faltan recursos. La situación es muy desigual entre comunidades autónomas. Hay regiones que están muy bien, otras bien a secas como creo que somos nosotros y otras que van muy mal. Pero faltan recursos. Estamos muy lejos de tener los recursos que tienen los países escandinavos. Vamos acortando las distancias. Desde que se hicieron las transferencias he estado en todos los planes de salud mental y se han hecho esfuerzos por aumentar los recursos. Y no es fácil porque esta es una comunidad con pocos recursos. Aquí se ha hecho un gran esfuerzo, más que en otras comunidades. Antes de las transferencias para todo el área de Cuenca estábamos tres psiquiatras y el de Diputación y ahora estamos con catorce psiquiatras. Se ha multiplicado casi por cinco.

En relación a los suicidios… últimamente se ha puesto el foco en no esconder el fenómeno y visibilizarlo. ¿Consideran que es un fenómeno que va a más, a menos, está estabilizado..? ¿Existen recursos para abordarlos de forma eficaz?

En el mundo occidental la tasa de suicidios estaba cayendo hasta 2019 y, de pronto, desde la pandemia hacia aquí ha empezado a subir. También en todo el mundo. La tendencia era a bajar porque se han hecho programas de prevención del suicidio y han funcionado. La primera idea, el suicidio se puede prevenir. En Dinamarca los programas de prevención del suicidio han reducido la tasa de suicidio en un 50% y era de los países que más tenía. En España estamos por debajo de la Unión Europea.  En la Unión Europea estaba en once y pico por 100.000 habitates y nosotros en ocho y pico. Hay países como Letonia que están en cabeza que deben tener cuarenta. Teniendo en cuenta todo esto, sí que los suicidios están aumentado y en todas las comunidades autónomas. La tasa de suicidios en Castilla-La Mancha ha aumentado en un 18% en el año 2021 en relación a 2020, que es mucho.

«Los suicidios ha aumentado un 18% en Castilla-La Mancha pero una idea está clara, se pueden prevenir»

-Puede ir en relación a lo que comentaba antes. Aumentan las patología vinculadas a salud mental y esta no deja de ser una de ellas… 

Puede ser. Y hay muchas desigualdades entre unas comunidades y otras, que tampoco acabo de entender por qué. Es un problema grave porque hay muchos más muertos por suicidios que por accidentes de tráfico. Es un problema de salud muy grave.

Tambien da la impresión de que este es un problema que está afectando últimamente en especial a la población joven como ocurre con los tratamientos psicológicos ¿Comparte esa impresión?

Es así, se está viendo. Y lo que está viendo es un incremento de conductas autolesivas que no llegan al suicidio. Suicidios frustrados o autolesiones en jóvenes. Esto tiene un crecimiento exponencial. Aquí se está viendo en Urgencias pero en el Hospital 12 de Octubre de Madrid, con quienes trabajamos en investigación, hay días que el 50% de las urgencias son jóvenes. En Madrid hay una auténtica avalancha y aquí un poco menos pero también se están incrementando de forma muy significativa. No tanto los suicidios consumados como las tentativas.

¿Qué estamos haciendo mal para que nuestros chavales estén tan mal?

No me gusta especular pero creo que las redes sociales tienen una influencia tremenda. Era psiquiatra de adultos y ahora estoy viendo adolescentes. Hay que dejar claro que nuestra plantilla de infanto-juvenil, para una población de 130.000 personas en el área de salud de Cuenca, puede ser la más potente de Castilla-La Mancha. Tenemos dos psiquiatras y tres psicólogos. Lo que ves es que la gente que se autolesiona, prácticamente el 100%, está en contacto con redes sociales. Y les dicen que en vez de sufrir suicídate, formas de suicidio…Llega una chica a consulta y te lo dice: «Me han recomendado…» Es espectacular lo de las redes sociales. Y, por otra parte, muchos jóvenes pasan mucho tiempo solos en casa. Los padres están ausentes. Ese es un factor determinante. En cualquier caso, el riesgo de suicidio entre los jóvenes aumenta en hijos únicos de familias monoparentales. Que falte un progenitor es un tema importante.

Y luego está el dichoso bullying, el acoso escolar y situaciones de estrés en la infancia. Una de las medidas eficaces para la prevención del suicidio será tolerancia cero con el bullying. Una cosa que se puede prevenir es el acoso escolar y ahí la tolerancia debería ser cero. Y no se trata de un estudio concreto, hay un consenso. 

«Estamos viendo un aumento exponencial de conductas autolesivas entre los jóvenes»

– ¿En qué aspecto de la prevención tendríamos que hacer hincapié para evitar las enfermedades mentales? Lo mismo que se habla de alimentación equilibrada, hacer deporte, evitar fumar…para las enfermedades físicas, ¿Qué podemos hacer para evitar las mentales?

Los daneses, que han tenido tanto éxito, decían que medidas muy sencillas son tremendamente eficaces. Por ejemplo, si alguien se tira por un puente poner vallas en ese puente para que no se tiren. Se puede pensar «Qué tontería porque se va a otro». No porque la gente, en realidad, no se quiere matar. Lo que quiere es dejar de sufrir. Si llegas al puente San Pablo y encuentras unas vallas que no te puedes tirar te tienes que buscar otros sitio y, en el camino, es posible que se te pasen las ganas. Eso lo dicen los mayores expertos en este tema. Los países escandinavos han implicado al sistema escolar y, posiblemente, la formación de los profesores de Secundaria tendrá que incluir algo psicológico. Formarles en detectar problemas. Los escandinavos también tienen programas de primeros episodios psicóticos con equipos específicos, sobre todo, para evitar el deterioro. La idea es el diagnóstico precoz para un tratamiento adecuado. Esto en psiquiatría no ha calado todavía. A lo mejor el 15% de los esquizofrénicos se suicida y, sobre todo, en los primeros años. Quizás se podría decir lo mismo de los bipolares. Los suicidios se presentan en las fases precoces de la enfermedad y es donde hay que dedicar mayor atención. Y ahí es donde estamos fracasando creo que en todo el Estado español.

Otra idea clave que la mayor parte de la gente que se suicida ha hecho una tentativa previa. Cuando decimos que «ha sido una llamada de atención, es un manipulador…» No. Cualquier tentativa de suicidio o autolesión hay que tomarla muy en serio. No hay tentativas manipulativas. Las que lo parecen, luego acaban mal. 

Y luego hay medidas sencillas. En las consultas de tarde que hemos puesto en marcha se ha abierto una consulta de suicidio, que debería estar dedicada a gente que ha acudido a Urgencias con idea de quitarse la vida y verles dentro de la semana siguiente. Ese es el objetivo que tenemos ahora. También hay que dedicar especial atención a los supervivientes, que también quedan muy tocados. Familares de la gente que ha cometido un suicidio o personas que han hecho una tentativa. Y uno de los factores de riesgo es que te den el alta hospitalaria. Hay que intentar ver todas las altas hospitalarias dentro de la primera semana. Es una mezcla de medidas asistenciales, implicar al sistema educativo y algunas medidas elementales. En Madrid lo hicieron en el Viaducto.

¿Y como evitamos casos no tan severos? ¿Qué tenemos que hacer para evitar la ansiedad o la depresión? 

No creo en la prevención primaria en psiquiatría. Una vez que hay síntomas, diagnóstico precoz y tener un buen sistema de salud mental. 

¿Todavía perciben cierto ‘miedo’ en acudir a la consulta de salud mental porque nos van a tomar por locos?

En parte, quizás el aumento de la demanda es que gracias a los medios de comunicación se ha incitado a la gente que pida ayuda pero cada vez se le tiene menos miedo y hay más gente dispuesta a acudir al psicólogo o al psiquiatra. Hay ciertas voces que dicen que se abusa pero yo creo que no. La gente está agobiada y tiene derecho a consultar. Además, es mejor pecar por exceso que por defecto.

-¿Cuáles son los recursos con los que cuenta Cuenca para abordar el tema de la salud mental? ¿Son suficientes?

El problema es que en estos momentos no tenemos la plantilla cubierta. Porque no hay psiquiatras ni psicólogos clínicos en España. Estamos formando pocos especialistas. Tampoco se encuentran anestesistas y otras especialidades. Además, hay psiquiatras a los que no les gusta trabajar con dependencias o en planta. Hay gente que prefiere una consulta externa. Encuentras psiquiatras para unos puestos pero no para otros. Esperamos que a partir de ahora con la oposisión podamos cubrir y hemos salido muy bien parados en la distribución. En proporción, hemos sido la provincia que mejor hemos salido porque para la población que tenemos vienen cuatro psiquiatras nuevos. 

-¿Cuál es la principal asignatura pendiente que tiene la psiquiatría para mejorar el servicio que presta a la sociedad?

La investigación. No hay salud mental de calidad sin investigación. En Castilla-La Mancha no investigamos, rotundo. Nuestros conocimientos son muy limitados y hace falta investigaciones serias, no hacer un trabajito. Ahí cojeamos absolutamente. Lo dramático es que España tiene mucha productividad en salud mental pero casi todo lo hacen los catalanes. Madrid hace muy poquito y luego hay núcleos de investigacion aislados con los vascos, navarros…El nivel de investigación, en general, es muy bajo.