Este año 2025, la ciudad de Cuenca y el arte contemporáneo celebran el centenario del artista y coleccionista conquense Gustavo Torner, que cumplió un siglo el pasado 13 de julio. Son numerosas las dedicatorias, actos y homenajes que han hecho al propulsor del Museo de Arte Abstracto Español ubicado en las Casas Colgadas y una de las figuras clave del mundo del arte español de la segunda mitad del siglo XX y este primer cuarto del XXI.
La prensa internacional tampoco ha faltado en rendir homenaje a Torner, al arte moderno que le caracteriza y a Cuenca, «una de las ciudades más bellas y antiguas de España». El periódico alemán Frankfurter Allgemeine Zeitung (FAZ) publicó el pasado 30 de marzo en su revista dominical, así como más tarde en su versión digital, un artículo sobre el artista conquense y «un museo de arte sobre un acantilado».
El reportaje, firmado por Niklas Maak, comienza recordando la Plaza de los Cubos de Madrid, cuyo nombre se debe a la escultura del artista Gustavo Torner, pues creó unos cubos plateados gigantes y abstractos para simular el derrumbe de una torre moderna. El periodista destaca que la obra más importante del conquense fue el Museo de Arte Abstracto Español y en una ciudad «donde se esperaría cualquier cosa menos arte moderno».
Pone en valor el casco histórico que se encuentra «a una altura vertiginosa en una meseta rocosa entre los ríos Júcar y Huécar, y merece la pena visitarlo solo por sus pintorescas y coloridas casas, y la catedral, con sus extrañamente gruesas cuatro patas». Habla también del «verdadero atractivo»: las Casas Colgadas, un conjunto de casas históricas «precariamente suspendidas sobre el precipicio que se asemejan a nidos de pájaro».
Cuenta la propuesta de Torner a Fernando Zóbel para crear el museo en este monumento emblemático de la ciudad y su inauguración en 1966. «A primera vista, el contraste entre el edificio del museo y el arte allí expuesto no podría ser mayor: por un lado, los edificios antiguos, en los que las escaleras suben y bajan de una casa a otra, y por otro, pinturas abstractas y obras realizadas en madera, metal, nailon y plástico, en las que aparece todo el arsenal de materiales y formas modernas», señala el artículo.
El periodista resalta que las obras de Torner también se pueden encontrar en el Espacio Torner para «cualquiera que esté libre de vértigo y caminar sobre una filigrana estructura de óxido flotante que se cierne muy por encima del Río Huécar que ondula en las profundidades».
El artículo termina hablando sobre las vistas desde el Parador de Cuenca, donde «se ven los escarpados acantilados desde los que crecen las antiguas casas como coronas, y en este punto, como muy tarde, se comprende hasta qué punto el arte moderno en particular tiene sus raíces en lo antiguo».