Moda y raíces de la mano de Señorito Ortega: «Un pueblo que pierde sus tradiciones pierde su identidad»

La joven promesa conquense del diseño presenta una exposición y desfile inspirado en las tradiciones el próximo 4 de agosto

Hay hilos que no solo unen tejidos, sino historias. Hilos que viajan de generación en generación, bordando a mano la identidad de un lugar para que no caigan en el olvido y que el paso del tiempo solo sirva para darles más valor. El diseñador conquense Eduardo Ortega, más conocido por su nombre profesional `Señorito Ortega´, los ha recogido, uno a uno, para dar forma a una colección que no solo se lleva puesta, sino que queda perenne en el corazón y la raíz.

Este 4 de agosto, la Diputación de Cuenca se convertirá en un escenario donde la tradición y la moda se funden. El diseñador conquense presenta su desfile y exposición más íntimos en una obra que bebe del traje tradicional de los pueblos de la provincia y lo transforma en alta costura nupcial sin perder su alma.

Cada vestido es un tributo, no solo a una estética, sino a una manera de vivir y sentir la tierra y el origen, un modus operandi que Ortega ha demostrado todos estos años como emprendedor y conquense. Los oficios artesanales, las fiestas populares, y las mujeres que bordan al borde del tiempo, cantan a la vida y al recuerdo a través de los diferentes modelos que Ortega y su equipo ya presentaron en esta última edición de Castilla-La Mancha es Moda y que ahora aterrizan en Cuenca como un homenaje a los pueblos que, a pesar del olvido, siguen latiendo.

Sobre el momento en el que pudo proponer y comenzar a preparar sendas iniciativas, Ortega destaca el impacto «esencial» del desfile a nivel regional, en el que sus diseños, asegura, «generaron mucha expectación y tuvieron gran impacto». Desde el momento en que sus creaciones consiguieron atraer tantas miradas, comenta que supo que la colección «debía regresar a Cuenca, porque nace de aquí».

Desfile de Señorito Ortega en Toledo. FOTO: Cedida

Entre folclore, fotografía y alta costura

Eduardo Ortega pone de este modo la alfombra roja en su ciudad natal con una exposición y un desfile en los que las sorpresas son parte del espectáculo para los visitantes que pasen por el palacio provincial, especialmente el mismo lunes de la inauguración. En la exposición podrá disfrutarse de una colección compuesta por diez vestidos inspirados en trajes tradicionales de distintos municipios de la provincia, que irán acompañados de sus versiones originales.

A su alrededor se levanta una atmósfera cuidadosamente construida para que el visitante se sumerja en el proceso de reivindicar el folclore a través de la moda. Un audiovisual del making off del proyecto se observa nada más entrar aunque, tal y como asegura Ortega, «se proyectará una versión más corta, la versión completa solo se podrá ver en el momento de la inauguración».

Otras de las piezas esenciales que construyen todo un universo simbólico entre puntadas son las fotografías, un proyecto en el que, de nuevo, Ortega ha recurrido a sus orígenes visitando los pueblos en los que inspiró su colección de la mano de un equipo que es fundamentalmente conquense. De la mano de Sara Vera, Adrián Martínez, Laura Muñoz y CM Films, Ortega ha creado una muestra de fotografías que no solo dan contexto a las imágenes, sino que sumergen al espectador entre la nostalgia y lo onírico.

Para realizar las instantáneas el equipo al completo se desplazó hasta hasta Huete, a las ruinas de la iglesia de Santa María de Atienza, a la iglesia de Santiago Apóstol de Almonacid del Marquesado y a la parroquia de Santa María Magdalena en Valverde de Júcar. Por su parte, uno de los pinares de Sotos y la iglesia de la Asunción de Cuevas de Velasco también se convirteron en escenarios destacados de la colección.

Con el objetivo de darle un papel destacado a los artesanos en la conservación de los oficios «de toda la vida» y las tradiciones de la provincia, Ortega también realizó instantáneas en el taller de la restauradora de muebles Ana Basanta y en el del ceramista Fernando Alcalde, cuyas obras son también parte de ese mapa de saberes que el diseñador ha querido visibilizar.

Pieza de la colección de Eduardo Ortega. FOTO: Cedida

Un desfile para llevar la tradición a un escenario único

El desfile con el que se inaugurará la exposición no será una pasarela al uso, sino algo así como una oda a la pertenencia. Eduardo ha diseñado un acto en el que la puesta en escena es tan evocadora como la propia colección y la música es una parte esencial que permitirá a los asistentes entrar en el contexto de la mano del artista Javi Collado y las danzantes de Sotos, que abrirán el evento bailando una jota, como si cada puntada de los vestidos encontrara eco en los pasos de la memoria. Ortega refiere que las jotas son una tradición «de toda la vida», intrínseca a los pueblos, por lo que «no podía empezar de otra manera» que no fuera con uno de sus guiños, repleto de orgullo y raíz.

En el desfile contará con la participación de la marca `De Flores y Floreros´, que ha reeditado su calzado añadiéndole detalles que redondeen los estilismos. Del mismo modo, el diseñador ha confesado que habrá una sorpresa al final con una pieza inédita muy especial que también es un guiño a Cuenca y a todo el proceso creativo detrás de la colección.

En un mundo que avanza deprisa, hay quienes deciden caminar más despacio, cosiendo a mano el hilo de la memoria. Edu Ortega es uno de ellos. El diseñador tiene la magia para coser a puntadas la nostalgia al presente y vestir de recuerdo lo artesano, lo propio, eso que yace escondido a plena vista en los pueblos pero que parece haberse olvidado. En cada encaje hay un nombre, un gesto, una historia tejida en silencio. Este desfile no es solo moda, es una reivindicación del origen como lugar de futuro, una forma de bordar con aguja fina lo que nunca se debió dejar atrás.