Los casos de leishmaniosis en Cuenca están «estabilizados y hacia abajo»

Esta enfermedad afecta sobre todo a los perros y provoca síntomas cutáneos y viscerales.

El aumento de las temperaturas provoca la aparición de insectos que pueden provocar enfermedades graves como la leishmaniosis en los animales, que tiene especial incidencia en los perros. Este trastorno provoca serios problemas a los canes que, con tratamiento, puede estabilizarlo, aunque en muy pocos casos curarlo.

En la provincia de Cuenca, los casos de leishmania están «estabilizados y van hacia abajo», según destaca Natividad Montoya, vocal del área de Pequeños Animales del Colegio de Veterinarios de Cuenca, con datos basado en su experiencia. Cuenta que en los últimos años puede tener entorno a doce o quince nuevos casos de esta enfermedad, sobre todo en perros. También puede afectar a los gatos, «aunque su incidencia es muy escasa», resalta.

La leishmaniosis puede provocar síntomas cutáneos, a la que solo hay animales que le afecta a la piel produciéndole escamación, caída de pelo y crecimiento exagerado de las uñas. Sin embargo, esta enfermedad también puede ser visceral afectando a órganos, especialmente a los riñones, sostiene Montoya. «Si se diagnostica muy avanzada, puede producir anemia severa y una enfermedad renal crónica», manifiesta. También hay animales que pueden estar afectados en ambas maneras, con un cuadro clínico que afecta a la piel y a los órganos.

Natividad Montoya incide en que los casos en Cuenca están «estabilizados», ya que la medicina preventiva que se hacen en las clínicas veterinarias «es muy buena». Algunas de las diferentes maneras para eludir la enfermedad son los insecticidas contra la picadura del mosquito, vacunas y fármacos concretos. «Esa prevención y el control de los dueños de las mascotas es esencial, sobre todo los que viven en pisos con la familia», destaca Montoya.

Este enfermedad «una vez que se diagnostica, se trata para mantenerla aunque es muy difícil controlarla al cien por cien», cuenta Montoya. Hay casos, dice, en los que se realiza una serología y se controla al perro en situaciones muy concretas «llegando a dar resultados negativos de esa prueba y consigamos que esté curado».

La leishamnia está causada por la picadura del mosquito flebótomo en ámbitos nocturnos, que inyecta un parásito en el perro que afecta a la salud del animal. Este tipo de insecto suele estar en zonas cálidas, con temperaturas superiores a los 18 grados mantenidos en el tiempo. «El animal tiene más riesgo de infectarse de esta enfermedad en los meses de calor, entre junio hasta incluso octubre», resalta Montoya.