«El medio local puede hacer que se conozca todo lo que hay en un pueblo, que no es diferente a la ciudad»

Entrevista a Belén Galletero, nueva decana de la Facultad de Comunicación de Cuenca.

La Facultad de Comunicación de la Universidad de Castilla-La Mancha en Cuenca tiene un nuevo perfil al frente, y es la primera mujer en ser decana de esta moderna escuela que este año cumple 15 años, cuando entonces solo se ofertaba el grado de Periodismo. Belén Galletero comienza nueva etapa en este sitio que le ha dado todo a nivel personal y profesional y que se lo quiere devolver haciendo un cambio en su rutina y modernizando la formación a la época actual. Entre sus objetivos dentro de los próximos seis años de mandato: adaptar el edificio al grado de Comunicación Audiovisual; actualizar los planes de estudio; y analizar los datos que se guardan para saber qué rumbo llevar en el futuro.

¿Cuáles son tus sensaciones y por qué te presentaste para ser decana de la Facultad?

Sobre el porqué, hacía unos meses que hablaba con los compañeros y me trasladaban sus impresiones para animarme. Teníamos la ilusión de poder cambiar el rumbo. Veíamos que la Facultad había entrado en una especie de rutina y había que intentar un cambio para cogerlo con más energía. También decidimos que era el momento de que hubiera una mujer al frente después de tres decanos anteriores. Animada y con ilusión de poder cambiar las cosas de esta Facultad que tanto me ha dado en diez años que llevo aquí, era el momento de hacer algo por ella.

Mis primeras sensaciones es que estoy muy contenta. He sentido mucho apoyo y cariño por parte de mucha gente. El proceso me ha permitido conocer mejor a personas que forman parte de la Facultad que, aunque es pequeña, no siempre te sientas a hablar con todos los que estamos. Me ha gustado conocer quién es cada uno y sus ideas e inquietudes.

¿Qué es lo primero que tienes pensado hacer como decana?

Ahora mismo estamos organizando el curso que viene, como se viene haciendo en estas fechas. Hay tareas que son inminentes como distribuir la docencia, organizar los horarios, cerrar el calendario académico y de exámenes. Eso lo tenemos que tener cerrado para que el alumno conozca todo antes de matricularse. También tenemos que trasladar el potencial que tenemos en la Facultad para que la gente nos vea como un centro competitivo, con instalaciones fantásticas, grupos pequeños, y una enseñanza muy personalizada y particular. Cuenca es un lugar muy cerca de Madrid, tiene buenas conexiones que hace que podamos a traer profesionales como ponentes muy habitualmente. Tenemos la ventaja de ser un centro pequeño en una ciudad pequeña, pero sin estar aislados de los grandes centros de producción.

¿Y sobre ese cambio de rutina que quieres hacer en la Facultad, qué sería lo principal?

Queremos hacer varias cosas relacionadas con infraestructura. Queremos montar una sala de proyecciones para que el profesorado de Comunicación Audiovisual pueda trabajar sus materiales en el aula con mejores condiciones. También, el próximo curso queremos empezar a realizar una reforma de planes de estudios para ambos grados, aunque es más urgente el de Periodismo porque es más antiguo. Otra de las cosas que queremos hacer es implicarnos en los actos del 40 aniversario de la universidad. El curso que viene estrenamos un máster en colaboración con Radio Televisión Española sobre narración deportiva. Queremos ampliar la oferta de formación continua a través de cursos propios y títulos propios para que enriquezcan la oferta académica. Otro de los objetivos en estos años son potenciar certámenes y volver a tener un medio de comunicación propio de la Facultad. Son seis años de mandato y la hoja de ruta irá cambiando en ese tiempo.

Otra de las cosas importantes que queremos hacer es un análisis de datos. Tenemos mucha información que se recopila en el sistema interno de la universidad, pero hay que analizarlos para ver qué nos dicen. Además, hacer nuestras propias encuestas y estudios, por ejemplo qué ocurre con nuestros egresados: dónde están, si están trabajando en cosas relacionadas, si tienen alguna necesidad formativa… Cómo está la Facultad en diferentes aspectos para ver si hay que tomar decisiones.

¿Qué balance hacer de tu experiencia como profesora y la evolución de la Facultad desde que entraste en ella?

A nivel personal, el balance es maravilloso porque la Facultad me ha aportado todo. Entré como profesora ayudante, que es un figura en la que das algunas clases y a la vez haces el doctorado. He sido doctora aquí, he crecido profesionalmente como investigadora y profesora. En cuanto a la propia Facultad, ha cambiado porque ahora somos muchos más y eso es muy bonito. Cuando entré hace diez años éramos muy poquitos y ahora hay más perfiles, distintas especializaciones, más titulaciones, intentamos hacer muchas cosas.

Una de tus líneas de investigación son los medios locales y regionales. ¿Cómo los ves actualmente en Cuenca y en Castilla-La Mancha?

Siempre soy defensora de la importancia de los medios locales. No es menor porque en el Consejo de Regiones de la Unión Europea ha habido dictámenes para proteger estos medios, primero por su valor para combatir la desinformación y la importancia que tiene en los territorios de garantizar la información verificada y profesional. Y luego como elementos de cohesión, porque son fundamentales para la identidad de los territorios, que la gente se sienta parte de una misma comunidad y las áreas vecinas. También ayudan que cualquier pueblo pueda proyectarse hacia el exterior y contar su propia historia. Son importantes además como repositorio del patrimonio, de todo lo que ocurre.

¿Cuál es su estado de salud? Siempre está en crisis, después de la de 2009 hasta 2012 cuando se cerraron muchos medios locales en toda Castilla-La Mancha. Ahora está algo mejor, pues han abierto muchos medios digitales, pero tenemos que ser conscientes de que tenemos que cuidarlos porque tienen un valor para el funcionamiento democrático y desde el punto de vista social muy relevante. Si no los protegemos, y todo se rige por el mercado, llegará una burbuja y tendrán que cerrar.

Uno de los problemas del periodismo local es el modelo de negocio pequeño y gratuito. ¿Puede llegar a ser reemplazable?

Todo el mundo quiere que le llegue las cosas gratis y eso tiene un coste, y no permite que pueda haber plantillas como las que pudo tener un periódico en papel en su día. Eso dificulta que los periodistas puedan dedicarse más tiempo a temas propios y reportajes con más profundidad. Esto es preocupante porque al final el medio puede ser fácilmente reemplazable por, por ejemplo, la inteligencia artificial, que puede ser una herramienta pero también una amenaza. Tenemos que ser fuertes y competitivos en lo que la máquina no puede hacer. Para ello hay que dedicar tiempo en hacer una escritura creativa, tratar los temas que se salen de la agenda, hacer buenas entrevistas, tener contacto con las fuentes y trabajar sobre el terreno, aunque entiendo que no es fácil.

¿Cómo se pueden combatir desde los medios de comunicación oficiales los bulos que corren por redes sociales?

Hay una labor de alfabetización mediática y digital, que ya se va haciendo desde los colegios e institutos, para que los propios adolescentes, cuando empiecen a utilizar las redes sociales y compartir información, también empiecen a entender ciertos códigos y pautas para no creerse cualquier cosa. También, desde los propios medios cada vez hay más departamentos de verificación que se dedican a rastrear y revisar mucha información que llegan a las redacción, porque cada vez es más difícil si te está llegando un vídeo verdadero, falso o creado por la inteligencia artificial. Hay una parte de responsabilidad de estos medios para ofrecer con garantías esa información de calidad, pero también está la parte del propio usuario que tiene que verificar todo lo que le llega por redes con sus propias pautas. Eso lo tienen que ir incorporando y aprendiendo desde que empiezan a ser consumidores de contenido.

También, otra de tus investigaciones es la despoblación. ¿Cómo puede combatir el periodismo este problema?

El periodismo puede cambiar la imagen de lo que ocurre en el medio rural. En el pasado ha habido toda una historia de lo que pasaba en los pueblos se contaba con tintes negativos. El relato de los sucesos, la España negra, todo eso por suerte está desapareciendo. Luego ha habido una época de la España Vacía, que tampoco es acertada y que no resume lo que ocurre en los pueblos, que están llenos de muchas cosas. A veces, el lenguaje que se utiliza en los medios, cómo llamamos a las cosas, qué metáfora utilizamos para visualizar algunos fenómenos, podemos cambiar las cosas. Y también a través de los medios locales, porque un pueblo que tenga una radio local, aunque sea comunitaria, ya tiene un espacio de diálogo en el que los habitantes se pueden reunir, se habla del pueblo, es un espacio de encuentro. Culturalmente es importante tanto hacia dentro como hacia fuera, porque los vecinos pueden contar cómo es su pueblo para que otros lo escuchen.