Las fiestas de San Mateo en Cuenca ya han dado su pistoletazo de salida a cuatro días donde la vaca es la gran protagonista, pero también la reunión de amigos, los reencuentros en las peñas y, sobre todo, la música.
Este jueves 18 de septiembre, la Plaza Mayor de la capital conquense acogió a multitud de conquenses que esperaban entre la puerta de los bares y las escaleras de la Catedral a que empezara la orquesta. A las 00:00 horas, puntuales, el grupo DIER realizaba una cuenta atrás para comenzar la primera verbena de San Mateo.
Unos minutos antes, por el fondo de la calle San Pedro se veía bajar una avalancha de peñistas que habían puesto fin a la tarde-noche en sus locales para seguir disfrutando de las últimas horas de la jornada con la música más tradicional. La orquesta comenzó con las típicas canciones de los años 80 y 90 para animar el ambiente, aunque entre medias de esos años cantaban alguna canción «actual».
La orquesta DIER no quiso perder la oportunidad de agradecer el poder tocar en San Mateo y en la capital de la provincia de donde provienen, ya que son originarios de Valera de Abajo. Durante su espectáculo fusionan música en vivo, energía sin límites y más de 30 cambios de vestuario. En su repertorio cabe desde Alaska hasta Ricky Martin, pasando de Nino Bravo a La Morocha. Sin faltar, por supuesto, unos minutos dedicados a los clásicos del reggaeton.
Peñistas, conquenses y visitantes cantaron y bailaron frente al templo en una noche que recordaba a pleno julio, sin apenas un grado bajo, y que alguno recordaba que «en 20 años no había pasado tanto calor una noche de San Mateo». Una plaza medio llena, pero sin reventar de gente, con aire para respirar, haciéndose notar que era la primera noche y que ha caído en jueves, aprovechando para lo que vendrá estos días próximos.