Este domingo 26 de octubre el barrio conquense de Casablanca ha vuelto a llenarse de fe, color y fraternidad con la celebración de la Santa Misa y la procesión en honor al Señor de los Milagros, patrón del Perú, en la Iglesia de Santa Ana. La hermandad peruana residente en Cuenca celebra esta festividad en el barrio desde el año 2011, donde ha sido acogida con cariño tanto por la Asociación de Vecinos como por la Parroquia de Santa Ana, convirtiendo esta jornada en un verdadero símbolo de convivencia y hermandad entre culturas.
La ceremonia comenzó a las 12:30 horas con la Santa Misa, presidida por el párroco del templo, y continuó a las 13:45 horas con la solemne procesión del Cristo de los Milagros, también conocido como ‘Cristo Moreno’ o ‘Señor de Pachacamilla’. El desfile comenzó con los himnos de España y de Perú, muestra de respeto y unión entre ambos pueblos. La comitiva recorrió la calle Virgen del Sagrario, acompañada por decenas de fieles, devotos y vecinos que se unieron en un ambiente de emoción y fervor.
La procesión contó con la presencia de la presidenta de la Asociación de Vecinos de Casablanca, Mari Carmen Checa López, junto con su junta directiva, y de la concejala del Grupo Popular, Marta Segarra, quienes acompañaron a la hermandad peruana durante toda la jornada. Tras la procesión, los asistentes disfrutaron de una animada muestra de bailes tradicionales peruanos, que llenaron de ritmo y alegría la plaza, para culminar con una comida típica del Perú, en la que todos los presentes compartieron mesa y amistad en un ambiente de unión y respeto.
Esta imagen es una de las imágenes más veneradas del Perú y un símbolo de fe que ha traspasado fronteras. Su origen se remonta al siglo XVI, cuando un esclavo angoleño pintó la figura de Cristo crucificado en una pared de adobe en el barrio limeño de Pachacamilla. La imagen sobrevivió a varios terremotos, convirtiéndose en signo de esperanza y milagro para el pueblo peruano. Hoy, su devoción se extiende por todo el mundo, y en Cuenca cada año la hermandad peruana residente mantiene viva esta tradición con profundo respeto y emoción.
La presidenta de la Asociación de Vecinos, Mari Carmen Checa López, ha destacado que con estas celebraciones «Casablanca es un barrio que celebra su diversidad y demuestra que la fe y la convivencia pueden unirnos más allá de los orígenes». A lo que ha añadido que «cada año esta fiesta recuerda que compartimos valores, esperanza y comunidad» en una festividad en la que los vecinos del barrio conquense refirman «su compromiso con la integración cultural, la fraternidad y el respeto mutuo, fortaleciendo los lazos entre los vecinos y las distintas comunidades que lo conforman», ha concluido Checa.
IMÁGENES DE LA CELEBRACIÓN


















