Las Fiestas y Feria de San Julián 2025 ya tienen cartel. Este miércoles por la mañana se ha presentado en el Salón de Plenos del Ayuntamiento de Cuenca la obra concebida y ejecutada por la ilustradora conquense Cristina Martínez Benita (Eme Acuarelas) para anunciar la celebración agosteña.
El cartel, muy fiel al estilo de la autora, recopila y actualiza algunos de los tópicos principales de los festejos y de la ciudad. Conviven en armonía elementos icónicos del paisaje urbano como la Catedral, la Torre de Mangana y las fachadas de la calle Alfonso VIII junto a personas y personajes como el propio San Julián, la bruja del tren homónimo, los gigantes o un cabezudo. No falta tampoco una noria, el caballo de un tiovivo y guiños a la Feria de Artesanía y a los bolos conquenses, entre otros detalles. La cartelista asegura que en el trabajo «no podía faltar la representación de la ciudad», un guiño de orgullo conquense que, asegura, introduce en la mayoría de sus trabajos.
Un póster anunciador que impacta en una primera visión y que permite numerosas revisiones para identificar y localizar referencias. «He intentado reflejar el espíritu que vive la ciudad durante estos días. Una gran feria que escapa al recinto propiamente y que va colonizando a su paso cada calle y cada rincón de la ciudad, llenándolos de color», ha explicado Martínez, quien ha propuesto la lectura de abajo a arriba para entender mejor su mensaje.
Ha agregado que el objetivo es que «primara el carácter popular de la fiesta y que el mayor número de conquenses pudiesen sentirse representado». A pesar de ese enfoque inclusivo, ha tenido muy presente sobre todo a los niños, que son unos de los principales protagonistas de la fiesta, incluso con el lenguaje del cartel anunciador. Para ello ha apostado por dotar un aspecto infantil de mejillas sonrosadas a las diferentes figuras humanas de la composición, incluso las más solemnes.

La ilustradora ha confesado que se puso inmediatamente a trabajar tras la llamada del alcalde para proponerle realizar el cartel. Aunque tuvo claro desde el primer momento que quería ser fiel a su estilo, Martínez apunta que desestimó ideas en las que centraba la temática del cartel en personajes icónicos como el propio San Julián para decantarse por una composición en la que se ha basado en sus propias vivencias de las fiestas populares.
El trabajo se ha elaborado con medios digitales por completo, debido a la facilidad que supone a la hora de componer un proyecto y a que permite controlar mejor aspectos como los colores de cara a la impresión. En este caso, la ilustradora afirma que ha trabajado con el programa Procreate en una tableta y que el proceso se ha realizado en dos fases, esbozando primero el cartel para después darle color «poco a poco».
Martínez no ha dejado al azar tampoco la elección de los colores, en esta ocasión ha optado por utilizar tonos que representen la esencia de Cuenca. Es por ello que ha empleado el verde y los tonos tierra para evidenciar la cercanía del medio natural con la ciudad y, a modo de contraste y de firma invisible, los ha contrastado con tonos rojos, rosas y anaranjados que caracterizan su obra.
