La Venerable Hermandad de San Isidro Labrador (Vulgo de Arriba) informa que durante la fuerte tormenta que afectó a la ciudad de Cuenca y localidades cercanas el pasado sábado, cargada de abundante aparato eléctrico, un rayo cayó sobre la ermita de San Isidro en torno a las once de la noche, que ha ocasionado algunos serios daños en una de las tapias del cementerio y en el interior de la ermita.
La potencia del rayo, que originó un estruendo que se escuchó en parte de la ciudad, levantó la tapa de registro de la luz de la calle, junto a la puerta de la ermita, así como en los registros de cableado de la puerta existente en el camino de San Isidro, cayendo tejas y escombro a la carretera. En la parte interior del cementerio, parte del tejadillo cayó y se levantó un tramo del suelo junto a la puerta, según señala la Hermandad.
En la fachada de la ermita, las tapas del cableado salieron despedidas más de 20 metros por el atrio, y en el interior de la iglesia, los cables se quemaron afectando a la pared ennegrecida junto al retablo, que en la parte izquierda quedó movido unos centímetros, abriendo la puerta del mueble del sagrario y quedado en el suelo de la ermita tapas de registro, trozos de madera y cable quemado. La Hermandad señala que en el interior aún olía a quemado y sobre el retablo quedaba el polvo de la viruta.
“Vistos los daños producidos ha sido un milagro que no se haya incendiado el retablo y la propia ermita”, señala el presidente, Florián Belinchón. Miembros de la Hermandad se pusieron en contacto con la Concejalía correspondiente y desde temprano limpiaron todo el cascote del camino, ya que en la mañana del domingo se celebraba una prueba automovilística cerca de la ermita.
La Hermandad ya está evaluando los daños que se han producido, tanto en el sistema eléctrico como en la pared que da a la carretera, la cual ha quedado señalizada con vallas precintadas por la Policía Local. Insisten en que ha sido «un milagro» que no haya ocurrido una desgracia, pues la foto nocturna la tomó un motorista en el momento del estruendo.
La Hermandad agradece el servicio prestado por los empleados del Ayuntamiento y la gestión de los concejales, en este de caso Alberto Castellano Barragán, y espera que en breve puedan quedar reparados todos los años y aumentar la medidas de protección.






