Quince trabajadores de los autobuses urbanos de Cuenca se acogen al ERTE presentado por la concesionaria

Permanecen en la plantilla doce trabajadores que se quedan a jornada completa para cumplir con los servicios establecidos por el Consistorio.

La Autoridad Laboral ha dado su visto bueno miércoles al Expediente Regulación Temporal de Empleo presentado por Líneas Urbanas de Cuenca, concesionaria del transporte urbano de la capital conquense. En total son quince los afectados de una plantilla total de 27 personas entre conductores, personal de taller y oficinas y han sido incluidos de forma voluntaria, por tener patologías previas que les convierten en grupo de riesgo vulnerable al coronavirus.

Según fuentes de la empresa consultadas por este periódico, la empresa presentó su propuesta a principios de esta semana y el miércoles recibía el visto bueno del órgano competente, dependiente de la Junta de Comunidades. Los quince afectados se van con una suspensión de contrato temporal del 100% con un ERTE que tendrá vigencia hasta que finalice el Estado de Alarma o hasta que el Ayuntamiento restablezca el servicio al 100%.

Permanecen en la plantilla doce trabajadores que se quedan a jornada completa para cumplir con los servicios establecidos por el Consistorio.

Echan en falta test

Desde que comenzó la crisis sanitaria no se ha dado ningún positivo confirmado entre la plantilla de conductores del servicio de transporte urbano de Cuenca. Solamente hubo un caso en el que hubo en el que uno de los trabajadores se puso en aislamiento, pero se recuperó y volvió al trabajo sin que se le hiciera prueba.

Fuentes consultadas por este periódico echan en falta que se haya echo test a los conductores del servicio y el tiempo que han tardado las medidas de protección. En un primer momento se les dio gel hidroalcohólico y más adelante guantes, pero no ha sido hasta el pasado martes cuando les han facilitado mascarillas, adquiridas en este caso por la Junta de Comunidades.

Los autobuses se limpian de lunes a viernes y se está mejorando la desinfección de las zonas comunes del vehículo. Al haber menos autobuses en funcionamiento hay más tiempo para limpiarlos con mayor profundidad. Antes de Semana Santa vino hasta Cuenca, desde Valencia, personal de desinfección con maquinaria especial para estas situaciones.

En los autobuses hay instrucciones para pedir que se respete la distancia de seguridad, algo que no puede cumplirse cuando el viajero pasa el billete al acceder al autobús. Después no hay problema porque, según explican las fuentes consultadas por este periódico, hace tiempo que no hay un autobús que reúna a más de diez pasajeros y algunos conductores han terminado su turno sin ver a más de cinco pasajeros en todos sus viajes.