Las Quinientas dice ser uno de los barrios más afectados con el cambio en el mapa del transporte público urbano que comenzó a funcionar este lunes 1 de septiembre. La presidenta de la asociación de vecinos, Elena Castillo, hace llegar a Voces de Cuenca el malestar general que se respira en el barrio. “Estamos muy enfadados y descontentos”, repite constantemente la presidenta. “Nos han quitado la línea dos, y la tres nos deja aislados”.
Precisamente, a esta última línea que se refiere, Castillo explica que no abarca a la barriada en su recorrido de vuelta. “Podemos llegar a Cuenca pero a la vuelta nos tenemos que bajar en Reyes Católicos”, explica. Con esta restructuración la presidencia evidencia que los tiempos aumentan. “Te pasas más tiempo en el autobús que para poder hacer una simple gestión”. En este sentido, también se ha referido al engorroso trayecto para poder llegar al Nuevo Hospital. “Al Virgen de la Luz teníamos conexión directa, ahora hay que llegar al intercambiador y, desde ahí, esperar a la otra línea. Con todo este proceso podemos tardar hasta una hora”, se lamenta.
La solución para Castillo apunta a un incremento de las líneas, o a la reestructuración del recorrido por el barrio. Sin embargo, lo afronta como una batalla perdida de antemano. “Previo al funcionamiento de las nuevas líneas tuvimos una reunión con el concejal de Movilidad para transmitirle lo que opinábamos, sin embargo, nos dijo que no podía hacer nada porque la decisión la adopta la empresa de autobuses y la concesión es hasta 2027”, explica. Entonces, ¿Cuál es la solución? “De momento ninguna, al parecer la empresa no está por la labor para ampliar la línea porque no quiere incluir más kilometraje. Así que esto ha sido desvestir a una santo para vestir a otro, nos quedamos peor que estábamos”.
