Las obras de los remontes mecánicos hacia el Casco Antiguo en Cuenca están llegando a su fin, pues la fecha de certificación de los trabajos estará lista previsiblemente el 31 de diciembre. Uno de los tramos donde todavía falta por actuar es la plaza de Cecilio Albendea, que ya está vallada para hacer mejoras de accesibilidad a las personas con movilidad reducida.
Los vecinos del barrio han trasladado su «preocupación» por el futuro del jardín y de los pies arbóreos que existen en el espacio, según ha explicado el concejal de la confluencia Cuenca en Marcha-Unidas por Cuenca, Pablo García, a una pregunta formulada al equipo de Gobierno durante el pleno de este lunes.
En un principio, ha señalado el edil de la formación, solo está contemplado modificar el pavimento para facilitar el acceso con movilidad reducida a los remontes. Sin embargo, el edil recuerda que el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, anunció el pasado mes de abril la posibilidad de instalar una nueva escalera mecánica en este espacio, en concreto hasta la Calle de Santa Catalina en su conexión con la bifurcación de la Calle Clavel y la Calle Colmillo.
En este sentido, el concejal de Barrios y Pedanías, Alberto Castellano, la planificación contempla la reforma en el pavimento de la plaza «sin tocar los árboles que se encuentran, ya que los vecinos le tienen cierto cariño y el compromiso es que no se toquen». El edil ha recordado que durante la primera visita que realizó con los técnicos a la plaza antes del inicio de las obras «en ningún momento se habló de estos árboles». «La obra no es nuestra, pero el compromiso es que no se van a tocar», ha sentenciado Castellano.
