Pese al aviso amarillo por lluvias y tormentas activado por la AEMET durante la jornada del sábado 5 de julio en toda la provincia de Cuenca, los registros de precipitación finalmente fueron menores a los esperados en la capital. Según los datos del pluviómetro de la estación de Cuenca de la Confederación Hidrográfica del Júcar, las lluvias más intensas se concentraron entre las 19:00 y las 20:00 horas, con un pico cercano a los 9 l/m² en una hora, lejos del umbral de 15 l/m² previsto en el aviso.
También se recogieron cantidades menores a las 20:00 (unos 4 l/m²) y a las 21:00 y 23:00 horas, sin superar los 2 l/m². A partir de la medianoche las precipitaciones fueron prácticamente testimoniales. Aunque las tormentas sí se dejaron notar en algunas zonas de la provincia, en la ciudad el fenómeno fue menos intenso de lo esperado, dentro de los márgenes que implica un aviso amarillo, que advierte de riesgo bajo pero posibles impactos en zonas expuestas.
A pesar de ello, la tormenta dejó algunas incidencias en distintos puntos de la capital, que fueron atendidas por Policía Local y Bomberos. Entre ellas, la caída de un árbol en la calle Santiago López y varios achiques de agua en zonas como Río Mariana, Ronda del Manantial y el Parque del Huécar. Además, varias arquetas fueron desplazadas por la fuerza del agua en calles como Santiago López, avenida Juan Carlos I, Pilar Navarro y Río Gritos, siendo recolocadas por patrullas de la Policía Local para evitar riesgos a peatones y vehículos.
Nuevas inundaciones en el Parque del Huécar
Precisamente en la zona del Parque del Huécar, una de las más habituales en necesitar intervención de policía y bomberos ante los episodios de lluvias intensas, ayer se vio nuevamente afectada. A pesar de las recientes obras del nuevo paso peatonal, el problema de fondo persiste, al producirse en este punto una acumulación de aguas procedentes de distintas partes de la ciudad. El diseño de la red de drenaje canaliza buena parte del agua de lluvia hacia esta zona baja del casco urbano, lo que provoca encharcamientos y achiques frecuentes cada vez que se registran precipitaciones destacadas, tal y como sucedió ayer por la tarde. Del mismo modo y, precisamente a raíz de esta obra, se ha sumado un nuevo inconveniente, pues varios garajes han quedado por debajo del nuevo nivel del acerado, lo que favorece la entrada de agua en los inmuebles privados cuando se producen lluvias abundantes.
A este respecto, los vecinos de la zona manifestaron ayer a Voces de Cuenca que tras el episodio de copiosas precipitaciones, se produjeron nuevos conflictos que en palabras de Fernando Moliner, uno de los propietarios denunciantes, el problema va más allá de la lluvia acumulada, ya que, señala «el sumidero rebosa y sale agua ‘sucia’, insalubre, que genera un problema sanitario cuando entra toda la porquería al edificio».
Moliner lamenta además la falta de implicación municipal pues apunta que el Ayuntamiento «se desentiende de lo que pasa en el edificio». El propietario refiere que los gastos de extracción y limpieza «los tenemos que pagar los propietarios». Moliner también denuncia que la reciente obra de reurbanización ha agravado la situación, pues, según comenta, «antes de la obra se podía sacar el agua ‘al arrastre’, pero ahora, al dejar la acera más alta que el suelo de los garajes, no se puede”. Una combinación de factores que convierte cada episodio copioso de precipitaciones en un foco de problemas para los vecinos.