Las consultas de Enfermería de la Unidad del Dolor funcionarán cinco días a la semana en el Nuevo Hospital

El servicio mejora su capacidad asistencial con tres puestos de enfermería abiertos cinco días a la semana

La Unidad del Dolor ha iniciado su actividad en el nuevo Hospital Universitario de Cuenca este martes 12 de agosto con más del 50% de sus consultas trasladadas a estas instalaciones sanitarias para los pacientes con dolor crónico y patologías complejas. Entre los servicios ya disponibles se encuentran la consulta de dolor musculoesquelético, también la consulta que atiende esta misma patología mediante terapia manual, así como la valoración inicial y el tratamiento farmacológico.

Uno de los avances más significativos con el traslado del servicio de a las nuevas instalaciones sanitarias ha sido el notable incremento en la capacidad de atención de técnicas de enfermería, que crecerá hasta un 300% con respecto a las posibilidades del antiguo hospital Virgen de la Luz. El doctor Juan Carlos García Collada, jefe del Servicio de Anestesia, ha explicado que con el traslado el servicio para de tener «un solo puesto de enfermería algunos días», a tener «tres puestos disponibles cinco días a la semana». García Collada ha señalado que los medios disponibles en el antiguo Virgen de la Luz «limitaban el tratamiento del dolor».

La puesta en marcha completa de la unidad continúa en fases, siguiendo la hoja de ruta que se ha marcado para todos los servicios en las nuevas instalaciones sanitarias. De este modo, para octubre se prevé la incorporación total de la consulta de enfermería y, posteriormente, el traslado de las técnicas intervencionistas cuando comiencen a operar los quirófanos, para lo cual se requiere el apoyo del área de Cirugía Mayor Ambulatoria (CMA).

Hasta el momento, la Unidad del Dolor atendía en el antiguo centro hospitalario a unos 750 nuevos pacientes al año, además de a otros 240 pacientes que eran tratados con técnicas intervencionistas según asegura el jefe de anestesia. A este respecto, García Collada señala que con la dotación de un quirófano «exclusivo» cinco días a la semana y los cuidados de día del CMA, se estima que esa capacidad aumentará en un 40%.

El perfil del paciente que acude a esta unidad corresponde, en su mayoría, a personas derivadas desde los servicios de traumatología y rehabilitación, con patologías degenerativas de la columna, neuralgias como la del trigémino, dolor oncológico o síndromes complejos tras cirugías o fracturas. Para estos casos, se utilizan tratamientos avanzados como bombas intratecales y estimuladores medulares que, en el caso de esta última técnica, se implementó en la sanidad conquense «hace cuatro años», con lo que según ha asegurado el jefe de anestesia «prácticamente la cartera de servicios de técnicas intervencionistas de dolor la tenemos completa».

En cuanto a recursos humanos, también ha reforzado la unidad con la incorporación de dos enfermeras diarias y un auxiliar de quirófano, y se proyecta aumentar el número de médicos especialistas. Sobre las posibles nuevas incorporaciones, García Collada ha señalado que las técnicas intervencionistas «requieren una formación específica, prácticamente una especialidad adicional, por lo que estamos trabajando en incorporar nuevos facultativos que inicien su formación», señalaba el jefe del Servicio de Anestesia.

Todas las mejoras que incorpora desde el inicio de su traslado hoy y que incorporará en el futuro la Unidad del Dolor, permitirá no solo mejorar y ampliar la cartera de técnicas, sino que todas las intervenciones y tratamientos se llevarán a cabo con mayor frecuencia asistencial, lo que marca un antes y un después para los pacientes con dolor crónico en la provincia.