La salida de los niños y niñas ha aportado un ‘soplo’ de normalidad y vitalidad a las calles de la capital conquense tras más de un mes de confinamiento en sus domicilios.
La salida no ha sido, ni mucho menos, masiva y ha ido con ‘efecto retardado’. Ha sido una vez avanzada la mañana cuando ya se ha empezado a ver menores acompañados de padres, madres, familiares,… A primera hora ha sido muy poco habitual ver a los más peques de la casa pisando la calle de nuevo. Daba la impresión de que costaba creerse la nueva realidad.
Incluso en calles céntricas del centro costaba encontrar a niños y niñas disfrutando de sus primeros paseos tras la declaración del estado de alarma. Sin embargo, en los alrededores de las zonas verdes, en barrios como Villa Román, sí ha sido más habitual ver a los peques con sus balones y juguetes.
Momentos emotivos
El desconfinamiento de los chavales ha venido acompañado de momentos emotivos como el protagonizado por un menor que, en la calle Fermín Caballero, ha aprovechado el paseo a mediodía para hablar con sus abuelos asomados al balcón. Una escena que se ha repetido en más de una ocasión y que ha sido bastante habitual.
En general, el comportamiento de los padres y madres ha resultado, en apariencia, bastante cuidadoso con las condiciones en las que se ha permitido la salida y, en concreto, respecto al mantenimiento de la distancia de seguridad. Sin embargo, también ha habido incumplimientos como algún grupo de jóvenes que ha aprovechado la situación para jugar un ‘partidillo’ de fútbol.
Fuentes municipales han indicado que durante la jornada de este domingo la Policía Local ha estado centrada, más que en la labor de denuncia, en tareas de información y resolviendo las dudas planteadas tanto por vía telefónica como de manera presencia, a pie de calle.
