La Plaza de la Hispanidad es el epicentro de la contaminación por vehículos diésel en Cuenca

La calidad del aire en la ciudad y sus pedanías en 2024 fue "buena" el 96,5% de los días, según el último informe realizado por el Ayuntamiento conquense.

La calidad del aire en la ciudad de Cuenca y sus pedanías durante el 2024 fue categorizada como «buena» el 96,5% de los días, según el último informe realizado por el Ayuntamiento conquense. Los datos fueron recopilados de dos estaciones meteorológicas ubicadas en la parte alta de la capital, concretamente en la Casa Consistorial, y en la Plaza de la Hispanidad. Este último medidor fue uno de los determinantes en el diseño de la Zona de Bajas Emisiones que está preparando el Consistorio para el centro, según ha afirmado el concejal de Barrios y Pedanías y Medio Ambiente Alberto Castellano.

El edil hace un balance de cómo estuvo el aire durante el pasado año con una recopilación y medición de los gases dióxido de azufre, dióxido de nitrógeno o el ozono, así como las partículas PM25 y PM10. En cuanto al dióxido de carbono, generado por la producción de combustibles fósiles como el carbón o el petróleo, Cuenca estuvo el 100% de los días del 2024 dentro del rango de calidad «buena o razonablemente buena», destaca Castellano.

La capital además estuvo el 99,7% del año libre de ozono, que puede ser perjudicial «según su ubicación», dice el concejal. Solo hubo tres días «con valores llamados atípicos, pero sin llegar a alcanzar el grado de desfavorable». Ese periodo tuvo lugar a finales de julio, fecha en la que Castellano cree que puede estar relacionado con las condiciones climatológicas con altas temperaturas o aumento de la propia radiación solar.

Sobre el dióxido de nitrógeno, producido principalmente por procesos de combustión como vehículos a motor, plantas de energía, calderas de combustión, el aire de la ciudad estuvo libre de este gas durante el 96,5% de los días, dentro de los rangos buenos. Se registrados seis días atípicos, también sin alcanzar lo desfavorable, «que pudieron ser eventos esporádicos», resalta el concejal.

En Cuenca, durante el pasado año, hubo 21 días categorizados como «desfavorables» con las partículas PM25, las que emiten los vehículos diésel, que supone el 90% de los días como «buenos o razonablemente buenos». «Esto indica fuentes de contaminación puntuales, donde 19 se registraron en la estación del centro y seis en la del Casco Antiguo», incide Castellano. Asimismo, hay cuatro días en común que superan este rango las dos estaciones de la ciudad, que se enmarcan a finales de julio y agosto. «Pudo haber influido tanto las altas temperaturas, la falta de lluvia, así como la coincidencia de episodios de masas de aire subsahariano», asegura el edil.

Estos datos «son significativos» y se han tenido en cuenta para el diseño de la Zona de Bajas Emisiones que el Ayuntamiento conquense quiere implantar a partir de este año en la ciudad, según afirma Castellano. Esos 19 días catalogados como «desfavorables» en la estación de la Plaza de la Hispanidad son principalmente «por emisiones de vehículos diésel», dice el concejal.

Además, de las partículas PM10, relacionadas con fenómenos naturales como incendios, labores agrícolas, construcción o suspensión de polvo, el 98,8% de los días estuvieron dentro del rango «bueno». Se registraron ocho días como «desfavorables» como consecuencia de estas moléculas, cinco en la estación del centro y tres en la parte alta de Cuenca.

Castellano manifiesta que la conclusión del informe es que la calidad del aire durante 2024 en Cuenca «fue prácticamente buena en la totalidad del año, manteniendo los niveles que nos marca la Unión Europea y la Organización Mundial de la Salud». Los episodios puntuales de superación de umbrales «no llegan a alcanzar en la mayoría de los casos el rango de calidad desfavorable», sostiene el edil.

En comparación con años atrás, Alberto Castellano destaca que la calidad del aire «se mantiene», a excepción de que se produzca algún episodio como, por ejemplo, la masa de aire subsahariano. «Los datos suelen ser estables y superamos el 95% de la calidad buena en una trayectoria lineal», afirma el edil.

Desde el Ayuntamiento de Cuenca tiene un plan establecido en el caso de que la calidad del aire de la ciudad y sus pedanías llegue a umbrales desfavorables y se prolongue. Castellano dice que en esas situaciones se avisa a la población y, a través de los sistemas de alertas, se hacen recomendaciones especialmente a las personas vulnerables, como por ejemplo no hacer ejercicio al aire libre y no transitar por la calle.

Alberto Castellano destaca «la suerte» de la ciudadanía de vivir en una ciudad «donde todavía somos afortunados de tener un aire limpio y puro», algo que para el concejal «dice mucho del sitio donde habitamos y hay resaltar».