El continente ya está, queda el contenido. Una vez que el Consorcio de la Ciudad de Cuenca ha finalizado las obras de rehabilitación de la Casa del Corregidor, en la calle Alfonso VIII del Casco Antiguo, el Ayuntamiento va ofreciendo más detalles sobre los usos a los que se dedicará. Los últimos los ha compartido este martes Darío Dolz, alcalde de la ciudad, en su intervención durante el debate del estado del municipio.
Además de convertirse en la sede del propio Consorcio y del archivo municipal, como ya se había venido informando, también albergará un coworking, es decir, un espacio de trabajo colaborativo en el que diferentes empresas y profesionales compartirán espacio. La temática predominante será la tecnología, con varias compañías relacionadas con la fibra óptica.
En diciembre de 2017, durante el anterior mandato municipal, el Grupo Socialista propuso en el Pleno que el histórico edificio, entonces en rehabilitación, se convirtiera en sede de microempresas. La moción defendida por el concejal Jesús Neira, actual presidente del partido Candidatura de Cuenca, no consiguió salir adelante al ser respaldada únicamente por Izquierda Unida. Ahora el proyecto, con matices, ha revivido.
También se establecerán espacios visitables. Algunas de las estancias, como ya adelantó el concejal de Cultura, Miguel Ángel Valero, se convertirán en un museo carcelario (parte del edificio se destinó a prisión real y en los trabajos arqueológicos se encontraron las antiguas celdas) y también en un espacio expositivo para mostrar cómo era la arquitectura conquense de los siglos XVI y XVII, la historia de los rascacielos de la ciudad.
En el debate, Dolz también ha incluido en la lista de logros la reciente rehabilitación del alfar de Pedro Mercedes, en el barrio de San Antón, y ha explicado que se está «ultimando» con la Junta de Comunidades la cesión de la colección de obra del artista que se expondrá una vez esté abierto al público. En el discurso no ha dado fechas exactas de las aperturas al público de ambos espacios.