Las obras de rehabilitación para mejorar la accesibilidad en el edificio número 4 de Andrés de Cabrera de la capital conquense han descubierto dos fosas de sepulturas con hasta 22 individuos. Esos cuerpos pertenecían a un cementerio de la antigua iglesia de San Juan que, entre 1900 y 1910, fue destruida y se construyó el actual edificio de viviendas en el que están incorporando un ascensor en el hueco de las escaleras.
Así lo ha señalado el arqueólogo Michel Muñoz, que resalta que el hallazgo fue en diciembre de 2023. «Era evidente que en los bajos iban a salir enterramientos, porque en todas las iglesias no solamente tenían un cementerio en un espacio exterior, sino que también se enterraban en el interior».
A falta por terminar el estudio antropológico de los cuerpos, el arqueólogo indica que la obra «todavía no ha llegado al suelo natural que marca la cota final de enterramientos» y asegura que debe haber más enterramientos debajo. Por ello, los vecinos que quieran realizar una obra en si vivienda a partir de ahora, es necesario que cuenten con el permiso de Patrimonio.
El responsable en Cuenca de la empresa TK Elevators, Alejandro Bermúdez, ha señalado asimismo que en dos meses estuvo resuelto el asunto arqueológico y se pudo continuar con las obras. Resalta que estas obras de rehabilitación para mejorar la accesibilidad tienen más complejidad en el Casco Antiguo, ya que las viviendas tienen más valor arqueológico y por ende todas tienen que tener autorización de Patrimonio, por lo tanto «son más complejas y puede que nos encontremos sorpresas».