La sexta promoción del Urban Forest Innovation Lab (UFIL) comienza este viernes con 17 participantes nuevos que han presentado 12 proyectos. César Sánchez, vicerrector del campus de Cuenca ha destacado que “se produce un hecho que fue buscado en anteriores ocasiones”, pues la promoción de estudiantes que comenzó en octubre coincidirá un mes con este nuevo grupo de alumnos. Sánchez ha asegurado que se encuentra “muy ilusionado porque estar aquí una vez más es un indicativo de que el proyecto sigue creciendo”.
Esta sexta edición será la última correlacionada con la ayuda del Ministerio de Transición Ecológica a través de la Fundación Biodiversidad con una dotación económica de 1,9 millones de euros. Sobre la financiación de futuras ediciones de UFIL, Darío Dolz, alcalde de Cuenca, ha señalado que “sacarán nuevas convocatorias de la Fundación Biodiversidad, si encajan nos presentaremos, pero si no buscaremos los mecanismos adecuados para continuar manteniendo este programa que tan buenas perspectivas de emprendimiento está generando”. Además, el alcalde ha señalado que “estamos con la Asociación Forestal de Soria, también dentro de esas subvenciones que dio en su día la Fundación Biodiversidad con un paquete de 309.000 euros”.
Los futuros emprendedores han desarrollado proyectos en línea con los modelos de negocio sobre los que trabaja el Urban Forest Innovation Lab. La regeneración tras los incendios forestales con la construcción de fajinas que sean biodegradables en el territorio, y la renovación o recuperación de edificaciones en las masas forestales son algunos de los puntos sobre los que se asientan esta nueva promoción de iniciativas salidas de UFIL.
Dolz ha querido poner como ejemplo a Lindum Tech, “una empresa que hace poco también anunciaba que redoblaba esfuerzos e inversores en la ciudad de Cuenca”, en la que UFIL intervino para que se quedase en la ciudad de Cuenca, y que cuenta ya con dos instalaciones, a las que se unirán otras dos naves que se encuentran en construcción.
El alcalde, además, ha señalado que los productos que se están elaborando en la ciudad, o en el entorno de la capital, en el polígono Sepes, «al final se están derivando a lo que es otro entorno urbano, como puede ser la Comunidad de Madrid, con construcción de viviendas unidas a lo que es el material de este siglo, que es la madera».