El Gobierno aprobó el pasado lunes un paquete de medidas de ahorro energético que afectarán a los edificios públicos y a los espacios comerciales. La norma, que entrará en vigor el próximo 9 de agosto y estará vigente hasta noviembre de 2023, incluye algunas obligaciones como regular la temperatura máxima y mínima de la calefacción y del aire acondicionado y el apagado de las luces de los edificios públicos pasadas las 10 de la noche. Adrián Martínez, concejal de Servicios Públicos y Medio Ambiente, ha confirmado que “es una norma de obligado cuimplimiento que acataremos y ajustaremos a la realidad de nuestra ciudad”, pero que la iluminación de las hoces o las luces ornamentales de la Feria de San Julián o Navidad no se verían afectadas por la norma.
En lo relativo a la implementación de medidas de eficiencia energética, el edil ha destacado que desde el Ayuntamiento “no hemos esperado a que salga ninguna normativa” y ha anunciado que están ultimando los detalles “para sacar un pliego de la renovación de la flota de vehículos a eléctricos”. El concejal añade que los vehículos se van a sustituir en los servicios de Policía, Bomberos y Parques y Jardines, entre otros, y que van a “ubicar puntos de recarga en las cocheras donde se guardan los vehículos”, además de “reagrupar esos vehículos en una única cochera, para que haya un único contrato eléctrico para suministrar a esos coches”.
Sobre el resto de medidas que se han puesto sobre la mesa, Martínez subraya que se ha dado instrucción a los conserjes y a los responsables de la climatización y refrigeración “para que adapten los termostatos a los límites establecidos”. También ha informado de que han sustituido el 90% de todas las luminarias de la ciudad a led y que ya está contratada la instalación de placas solares fotovoltaicas en los edificios municipales “para que nos ayuden a ahorrar energía”.
Respecto a si los límites a la iluminación pueden afectar a la seguridad, el concejal ha manifestado que cuando se hizo la renovación de las luminarias buscaron “unos niveles lumínicos en vía pública sin contar agentes externos como pueden ser escaparates para que la iluminación de las calles fuera lo suficientemente adecuada para que se generara esa seguridad”.
