El Ayuntamiento de Cuenca ha argumentado que el agua que cayó este viernes en el interior de El Sargal se debió al rebosamiento de las bajantes y no a las goteras ni a problemas en las cubiertas en la pista central, que es lo que se reparó recientamente.
En un mensaje remitido a los medios de comunicación, fuentes municipales señalan que las lluvias torrenciales que cayeron a mediodía a la ciudad supusieron 16 litros por metro cuadrado en menos de una hora hicieron rebosar esas bajantes provocando la entrada de agua en uno de los laterales del pabellón polideportivo. «De hecho, cuando las lluvias han reducido su intensidad y las bajantes han podido canalizar el agua ésta no ha vuelto a entrar en el pabellón», han señalado.
Además, han remarcado que «no se ha visto afectado ningún usuario, pues precisamente en esos momentos nadie estaba haciendo uso de las instalaciones».