El Ayuntamiento de Cuenca va a aumentar los controles, tanto de Policía Local como Nacional y Guardia Civil durante los diez días de las Ferias y Fiestas de San Julián. El alcalde de la ciudad, Darío Dolz, asegura que ya se han puesto en marcha dispositivos de control de alcoholemia y drogas en la periferia.
Dolz hace un llamamiento a la ciudadanía para cumplir la ordenanza municipal contra el botellón, que ya está en vigor en la capital conquense tras haberse aprobado de manera definitiva el pasado 27 de junio. Asimismo, el primer edil señala que también se van a realizar inspecciones sanitaria en los establecimientos de venta de alcohol «para que no vendan a menores y fuera del horario permitido».
Para estas ferias sí aumentará el control a esta práctica en la ciudad a diferencia de lo que ocurrirá en las fiestas de San Mateo, cuya ordenanza se paralizará esos días y “estar en la calle con un vaso de zurra o una cerveza” no será objeto de sanción, según confirmó el presidente de la Asociación de Peñas Mateas, Conrado Martínez, a Voces de Cuenca, tras la reunión que mantuvieron con el concejal competente.
La normativa prohíbe la práctica del botellón en los espacios públicos de la ciudad de Cuenca sin ninguna excepción, de lo que puede interpretarse que, por ejemplo, tomarse una cerveza en la vía pública, ya sea de pie, sentado en un banco, escaleras o, incluso, junto a un bar (si no se está sentado en una terraza autorizada) serán motivos de sanción, la cual puede ir desde los 700 a los 3.000 euros.
