El aplauso pendiente: homenaje a los profesionales sanitarios que se jubilaron sin despedida por la pandemia

El gerente del Área Integrada ha destacado que la labor de estos sanitarios ha situado al Virgen de la Luz entre los mejores valorados del país

El Nuevo Hospital Universitario ha sido el escenario en el que 342 jubilados que acabaron su carrera entre el año 2020 y el 2024 han recibido un sentido homenaje con el acto celebrado este jueves, 24 de julio. El acto ha contado con la presencia del gerente del Área Integrada de Cuenca, José Antonio Ballesteros; la delegada de la Junta en Cuenca, María Ángeles López; el vicepresidente del Gobierno regional, José Luis Martínez Guijarro; y el delegado de Sanidad, José María Pastor, entre otros.

Con una cálida bienvenida, rodeados de familiares, amigos y compañeros de profesión, las nuevas instalaciones sanitarias se han convertido en un punto de encuentro entre los profesionales sanitarios que han consolidado el Hospital Virgen de la Luz como uno de los mejores valorados del país, según afirmaba Ballesteros, pues el centro conquense ocupa «el puesto 38 del monitor de reputación sanitaria a nivel nacional».

Javier Recuenco. FOTO: Lucía Álvaro

Javier Recuenco se jubiló hace dos años, pero todavía recuerda con claridad los momentos de la pandemia, que marcaron sus últimos años de servicio como sanitario. Recuenco ha descrito esta complicada etapa que describe como «un caos total». El profesional ha hecho especial hincapié en lo complicados que fueron aquellos meses de incertidumbre especialmente para los trabajadores sanitarios, que según apunta sufrieron «muchísimo». Este miércoles ha sido uno de los homenajeados en el acto organizado por el Sescam que han comenzado una nueva etapa tras años de servicio público. Recuenco bromea comentando que «ahora ya se puede vivir» pero que son muchos los achaques que quedan como recuerdo del oficio cumplido.

Guadalupe Avilés. FOTO: Lucía Álvaro

Guadalupe Avilés trabajó durante años en la sanidad pública de Castilla-La Mancha en la provincia de Cuenca, primero como celadora en el hospital Virgen de la Luz y después como auxiliar administrativa en el centro de salud de Villalba de la Sierra. También ha sido una de las protagonistas en el homenaje a los profesionales jubilados del Sescam. Avilés ha confesado que estaba ilusionada de poder encontrarse con compañeros que se habían jubilado y que «hacía mucho tiempo que no veía», compañeros que no habían podido tener su despedida institucional debido a la pandemia. Sobre la transformación sanitaria vivida en los últimos tiempos en la región, Avilés reconoce que el cambio de hospital era algo necesario ya que el antiguo Virgen de la Luz «se había quedado pequeño». Con el homenaje, la sanitaria ha podido visitar por primera vez las instalaciones que apuntaba que «a primera vista pintan bien» aunque aún no había podido recorrerlo en profundidad.