El jueves se conocía la noticia de que Cuenca será la sede del Centro de Estudios Penitenciarios, un organismo de formación para los funcionarios de prisiones -en prácticas y con plaza- de casi toda España cuyo impacto en la economía conquense se ha bosquejado mediante algunas cifras aproximadas reveladas en las presentaciones del proyecto.
1.000 ALUMNOS
Alrededor de 900 personas de las nuevas promociones de funcionarios de prisiones se formarán cada año en el nuevo Centro de Estudios Penitenciarios de Cuenca, según avanzó la asociación Tu Abandono Me Puede Matar (TAMPT), entidad que fue la primera en proponer a la capital conquense como sede. El vicepresidente del Gobierno de Castilla-La Mancha, José Luis Martínez Guijarro, elevaba el jueves esa cifra al millar.
3 MESES
El curso selectivo que han de superar los funcionarios en prácticas que han aprobado las tres pruebas de la oposición tiene actualmente una duración aproximada de tres meses, el tiempo que permanecerán en la capital conquense los egresados de cada promoción. El período de prácticas, ya en cárceles de diferentes puntos del país, se extiende 15 meses.
13.600 ASPIRANTES
En el proyecto inicial de TAMPT se contemplaba también que el Centro de Estudios acogiera los exámenes de las oposiciones de funcionarios. En la convocatoria de 2020 fueron 13.600 los aspirantes que se presentaron. Hay tres pruebas a lo largo de todo el proceso.
24.000 POTENCIALES ESTUDIANTES
Instituciones Penitenciarias cuenta con 24.000 empleados públicos, el público potencial que es susceptible de recibir formación en el nuevo Centro de Estudios, en el que además del curso selectivo se organizarán seminarios, ciclos y talleres. La duración de estas propuestas formativas es variable aunque suele ser de unos cinco días de medida y casi siempre de lunes a viernes, lo que refuerza la demanda hostelera en unos días que suelen ser más flojos para los hosteleros.
100 EMPLEOS DIRECTOS
José Luis Martínez Guijarro aseguró el viernes que el nuevo centro supone la creación de unos cien puestos de trabajo directos, a los que habrá que añadir los indirectos que se generen en bares y restaurantes, comercios y alojamientos. También coyunturalmente habrá que añadir los necesarios para la readaptación de los espacios elegidos: el colegio San Julián, la antigua residencia María de Molina y el Campus de la UCLM.
