La Diputación de Cuenca y el Gobierno de Castilla-La Mancha han alzado la voz este martes 25 de noviembre, día contra la violencia de género, para para denunciar, una vez más, la persistencia de la violencia que se ejerce contra las mujeres en todas sus formas, en todos los espacios y en todos los territorios.
El Centro Cultural Aguirre ha sido el escenario para la celebración institucional que exige la eliminación de este tipo de violencia hacia las mujeres cada año. El acto, presentado por la periodista Carmen Acedo, ha contado con la presencia de diferentes autoridades, representantes institucional y vecinos de la ciudad, quienes han escuchado el manifiesto por este día a cargo de María Jesús Ayllón Belmar, coordinadora de la Casa de Acogida de Cuenca e integrante de la Asociación ASENCO.
En su lectura, Ayllón Belmar ha recordado que ninguna sociedad puede considerarse plenamente democrática «mientras sigan existiendo mujeres, niñas y niños que vivan atemorizadas, silenciadas y amenazadas». Las cifras de la violencia de género señalan que en España, desde el año 2003, 1.333 mujeres han sido asesinadas por sus parejas o exparejas, 60 de ellas en Castilla-La Mancha. Durante 2025, 38 mujeres han sido asesinadas, una de ellas en esta región.
Belmar, además, ha hecho referencia a la situación que este tipo de violencia provoca en niños y niñas y a la familia. «Esos asesinatos constituyen únicamente la punta del iceberg de una violencia estructural que deja niñas y niños en situación de orfandad, familias rotas y proyectos vitales destruidos».
El manifiesto ha puntualizado la problemática en auge de la transformación de la violencia machista a medida que ha avanzado la tecnología. En este sentido, la coordinadora de la Casa de Acogida de Cuenca ha afirmado que el entorno digital se ha convertido en un espacio donde «se reproducen y multiplican las violencias machistas: desde el ciberacoso y la vigilancia no consentida, hasta la difusión de imágenes íntimas sin permiso, la ciberviolencia de pareja, las amenazas, la suplantación de identidad o el control».
Sin embargo, ha destacado, la expansión de la tecnología «no es el origen de la violencia sino un reflejo de una desigualdad estructural». El espacio digital y la sensación de anonimato que genera «amplifica los discursos machistas, facilita la impunidad y permite que la violencia traspase los límites físicos, convirtiéndose en una herramienta que invade espacios personales, familiares y profesionales», ha subrayado.
Desde la institución provincial y el Gobierno regional apelan a la sociedad para «construir un muro de contención frente a la violencia de género que se ejerce contra las mujeres por el hecho de serlo, y contra esa perpetuación de la violencia en el espacio digital».
El acto ha concluido con la actuación de la bailarina Virginia García Vicente y Maider Lara Brihuega al violín bajo el título «Reconcilio, desobedezco y avanzo, sí».














