Cuenca registra ocho casos de denuncia de agresiones a profesores en el último curso escolar

Es la provincia que menos casos recoge de Castilla-La Mancha, siendo la más alta Toledo con 35 denuncias.

En Cuenca ha habido ocho casos de denuncia de agresiones a profesores, según los datos que ha hecho públicos ANPE Castilla-La Mancha, a través del servicio “El Defensor del Profesor”, de las intervenciones realizadas con docentes de Castilla-La Mancha en relación a la convivencia escolar.

Por provincias los casos atendidos han sido:

  • Toledo: 35 (36%)
  • Albacete: 26 (27%)
  • Ciudad Real: 20 (20%)
  • Guadalajara: 9 (9%)
  • Cuenca: 8 (8%)

La memoria del sindicato menciona algunos factores como causas del conflicto: estado anímico, Burnout, carga burocrática, carga lectiva, ratios elevadas, alumnado con necesidades educativas especiales, incertidumbre hacia el futuro profesional de los docentes interinos, falta de liderazgos positivos, falta de docentes, aumento de conflictos en las aulas, falta de recursos…

En total, el número de casos atendidos durante el curso 2023-2024 en el Servicio del Defensor del Profesor de Castilla la Mancha, han sido 98,18 más que el curso anterior, lo que se traduce en un 22,5% más respecto al año pasado. Han aumentado los casos en casi todos los niveles, pero donde más se han producido ha sido en Primaria. Así las cosas, el profesorado manifiesta sentirse indefenso e incapaz de enfrentarse a la situación que está viviendo, sobre todo, problemas para dar clase, agresiones de alumnos, faltas de respeto, acoso, amenazas y daños a la propiedad.

Entre las medidas de prevención se recogen campañas de sensibilización y protocolos de actuación frente a los distintos tipos de violencia, así como planes específicos de formación para detección de conflictos o de enfermedades psicosomáticas como ansiedad, depresión y estrés. Como recursos de cara a la intervención se anima a acudir a la policía, acogerse a un plan de acompañamiento psicológico, participar en programas de educación con agresores, víctimas y espectadores, recuperar las aulas de convivencia, poner más especialistas en los centros, crear la figura del psicólogo clínico, y potenciar el papel del educador social. Sobre todo, el informe pone el foco en el mal uso de los grupos de whatsapp y las redes sociales, así como de programas informáticos de inteligencia artificial.